martes, 25 de febrero de 2014

SÍNDROME DE ESTOCOLMO


Me enamoré de mi secuestrador emocional, como un síndrome de Estocolmo.

Me pidió la bolsa o la vida, y le di la bolsa y mi vida. Me zarandeó pidiendo un rescate que nadie estaba dispuesto a pagar por mí. No valgo tanto, o sí. Él dice que valgo mucho, mucho más de lo que yo creo, pero yo sé que no es cierto.

Me maltrata con sus palabras hermosas, me tortura hasta llevarme al delirio pero le perdono. No sabe su efecto en mí. Quiero odiarlo pero no puedo. Necesita ese rescate, mucho más de lo que él cree. Y quiero ayudarle, que reciba su rescate y que además del rescate me lleve a mí.

Secuestró mis emociones, mis sentimientos y mis pasiones. No tenía derecho, pero es un delincuente. Y los delincuentes emocionales no piden permiso, entran en tu corazón y se instalan en él. Te oprimen hasta quitarte el aliento, intentas boquear como un pez buscando el aire. Magullan tu alma y dejan cicatrices que no podrás disimular.

Así es mi secuestrador emocional, obnubila mi entendimiento y mi razón. Me hace daño y soy perfectamente consciente de ello. Veo una salida, un hueco por el que escapar, él miraría hacia otro lado, no pondría impedimento, lo sé, pero no quiero huir. Quiero quedarme hasta el final, hasta que la cordura se vuelva en mi contra o hasta que venga un paladín que me arrastre en volandas fuera de este cautiverio. Es un sinsentido irracional que paraliza mis piernas impidiéndome escapar.

Soy su rehén, me necesita y no lo abandonaré jamás.

Esta es una historia real basada en hechos ficticios.

lunes, 17 de febrero de 2014

MALDITA

Ayer terminé de leer este libro, publicado de momento en formato digital únicamente aunque creo que próximamente se editará en papel.

Probablemente este sea el único libro del que esté contaminada con otras reseñas ya que a su autora la tengo agregada a mi facebook y naturalmente ella ha subido muchas de las reseñas que circulan por la red sobre su libro, pero a pesar de tanto lo uno como lo otro voy a intentar ser lo más objetiva posible.

Lucía es una niña cuya madre muere al dar a luz y cuyo padre reniega de ella considerando equivocadamente que ella no es su hija biológica, de modo que la pobre niña es condenada a vivir en una especie de cobertizo, completamente sola desde muy temprana edad, y con el tiempo demuestra ser una niña muy especial además de tener un talento especial para el aprendizaje. Todo se desarrolla en las tierras de un terrateniente tirano, y cacique del pueblo. Todos temen al gran Diego del Valle, padre de la niña. Parece que nadie es hijo de quien dice ser, algo que todos ocultan pero que son secretos a voces. Muy de la España profunda, de personajes crueles y obstinados y por otra parte los pobres pueblerinos ignorantes que son sometidos sin miramientos a la tiranía de Don Diego.

Es un libro que a pesar de la ternura que pudiera desprender la historia, lo cierto es que a mí me ha producido un desasosiego y una desazón inexplicable. Tal vez porque soy madre no podía concebir el abandono de una pobre niña indefensa que es capaz desde los tres años vivir sola y además hacer las tareas de su pequeño hogar. Que se la llame Maldita porque su padre en su terquedad considere que ese es su nombre, me parece de una crueldad insoportable. Me ha costado enormemente finalizar su lectura. Quizás soy demasiado sensible a todos los temas que estén relacionados con niños. Hay películas cuya trama tiene que ver con el trato cruel hacia los niños, (no necesariamente maltrato físico), las cuales soy completamente incapaz de soportar. A la mente me viene una película como "Flores en el Ático", cuyos protagonistas, unos niños, también son condenados a vivir ocultos en el ático de la casa. O "La Decisión de Sofía", bastante más seria la trama, en la que a una madre se la pone ante la disyuntiva de elegir a cuál de sus dos hijos quiere salvar de las manos de los nazis. Me descorazonan.

Su prosa es ligera, fácil y sin florituras lo que hace que sin rodeos se llegue al acontecimiento que se quiere comunicar. Su lectura me ha dejado un sabor agridulce suavizado por un final feliz. Como siempre digo, esta es mi más humilde opinión, pero trato siempre de ser lo más honesta posible sin ofender ni a lectores ni a escritores.






martes, 11 de febrero de 2014

¿UN MILLÓN DE AMIGOS?

Es curioso como los amigos interactúan en nuestras vidas. Este es también otro tema del que se ha escrito hasta el infinito, y tampoco es de extrañar, la amistad y la necesidad de tener amigos es innata en el ser humano, aunque algunos insistan en decir que están bien solos y que no necesitan a nadie. El ser humano es gregario y social por naturaleza, como los periquitos, por eso vivimos todos apiñados y unos encima de otros, aunque esto último no sea precisamente natural.

Yo tengo amigos, y amigos de los buenos, de los que con una mirada saben si estás bien o mal, que se preocupan por ti de verdad, de los que te dicen "si me necesitas, aquí estoy", y sabes que eso es literal. Sabes que si a las dos de la mañana no puedes  dormir y necesitas hablar les puedes mandar un whatsap con toda tranquilidad que sabes que te van a contestar. (Las nuevas tecnologías son una maravilla, las adoro.) Sí, yo tengo amigos de esos, pero yo también soy una amiga de esas, al menos lo intento. No hay nada más terrible que la soledad, y nada más necesario que sentirse escuchado, valorado y querido. 

Un proverbio judío dice así: "Existen compañeros dispuestos a hacerse pedazos, pero existe un amigo más apegado que un hermano." Qué hermosa realidad. He hablado de la más excelsa y sublime de las amistades que es la amistad sin reservas, la del amigo que está a las duras y a las maduras. Pero como todo en esta vida, hay grados, incluso dentro de la amistad. 

Existe el amigo de risas, ese amigo con el que te lo pasas bien, te ríes a pierna suelta, suelen ser más jóvenes que tú, pero como tienes tanta marcha pues les sigues sin problema, pero a este no le haces confidencias porque no tienes la suficiente confianza o simplemente porque son demasiado jóvenes. O también el amigo de jiji, jaja, pero con el que no te irías de marcha porque no la tiene, con el que solo hablas de trivialidades. Naturalmente estoy hablando desde mi propia óptica y experiencia personal.

Luego está el amigo que dice que es tu amigo, pero que no lo parece y aún así no lo puedes mandar a freír buñuelos porque tienes debilidad por él. Estarás ahí cuando te necesite, le sonreirás si te sonríe y le hablarás si te habla aunque él contigo no se comporte de la misma manera. Eso es una faena, por no utilizar otra expresión.

Por otra parte están los amigos especiales, los amigos con derecho a roce, (ahora se utiliza otra palabra pero me parece muy fea, así que nos decantaremos por la expresión de toda la vida). Y no olvidemos a los amigos de los amigos, que no tienen por qué ser tus amigos, eso es una memez. Tú tienes tus amigos y yo tengo los míos y no tienen por qué ser amigos entre ellos.

Yo tengo todos estos tipos de amigos, incluido el amigo con derecho a roce que es el que me lleva "rozando" desde hace 27 años, mi compañero, mi confidente, mi pareja, mi marido.

Los amigos forman parte de nosotros, los necesitamos. Si tienes amigos, cuídalos y no tengas miedo de decirles que les quieres, porque a los amigos se les quiere.

¿Quién quiere un millón de amigos? En realidad los amigos de verdad son muy pocos. Hace algún tiempo escribí un poema sobre la amistad, y sí ya sé que es ñoño, naiv y empalagoso, pero aquí os lo dejo.



LA AMISTAD 

¿Encontrar la amistad verdadera
es como ir tras una quimera?
¿O amigos como hermanos
se cuentan con los dedos de una mano?

La amistad de sombra refrescante
buscamos ansiosos por todas partes.
Tal vez sea tu compañero
al que un día dijiste: sí, quiero.

Como un árbol frondoso que nos acoge
la amistad nos abraza y el corazón encoge.
Sentimiento sublime lleno de belleza
con confianza y cariño te despereza.

Con los amigos se piensa en voz alta
y no hay nada que les espanta.
Están en los momentos buenos llenos de candor
pero también en los malos llenos de dolor.

Yo encontré esa quimera,
yo encontré la amistad verdadera.

martes, 4 de febrero de 2014

EL OJO DE LA MUJER

No soy una gran lectora de poesía pero sí es cierto que últimamente me estoy decantando por este género, principalmente gracias a mi amigo poeta que ha despertado en mí el deseo de profundizar en el mundo de las metáforas y las palabras que conmueven y "hacen temblar hasta las comas".

Este poemario que acabo de leer de Gioconda Belli, es el primero que leo escrito por una mujer, sin contar con los que me aprendí en el cole de Gloria Fuertes.

"Gioconda Belli nació en Nicaragua en 1948. Su estilo diferente y personal hace que escape a toda corriente o escuela." Esto es lo que dice la contraportada del libro, pero lo cierto es que realmente me ha parecido totalmente diferente a lo que he leído hasta ahora, teniendo en cuenta mi escasa experiencia en estas lides literarias.

Belli escribe acerca de cosas muy cotidianas propias de la mujer, así como sobre la maternidad a la que hace referencia en innumerables ocasiones. Algo que por otra parte no me sorprende ya que la maternidad marca profundamente a una mujer. Prueba de ello son los títulos de algunos de sus poemas: Menstruación, Maternidad, Feto, Parto o Dando el Pecho. Aunque su obra más conocida probablemente sea Y Dios me hizo Mujer.

También me ha parecido muy reivindicativa, revolucionaria y concienciada con los problemas de su país natal. Perfectamente lícito dentro de la poesía, aunque no es de mi gusto particularmente.

Un punto de erotismo fascinante en sus poemas y por supuesto amor, amor y más amor, sin llegar a ser almibarado, (para eso ya están los míos, según dicen mis amigos).

Sin duda, lectura obligada para los amantes de la poesía.

Para abriros el apetito os dejo este poema que a mí en particular me ha emocionado.

COMO TINAJA

En los días buenos,
de lluvia,
los días en los que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo 
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor,
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

Y para terminar unos últimos versos que nos animan a vivir y gozar de la vida.

"La experiencia de la vida es la pasión de beberla
hasta la embriaguez profunda, 
cantar, bailar, decir versos hermosos
y luego dormir."