viernes, 28 de marzo de 2014

SEDUCCIÓN MÉTRICA

Esta es una de esas historias de sentimientos desbocados, agraviados y adoloridos. De sentimientos de ruptura dolorosa e incomprensible que hace que o bien te hundas en el hoyo más profundo o te hagas más fuerte.

Pero esta historia nos transmite que a pesar del dolor es posible continuar, de hecho, se debe continuar. Espero que os guste.

"Pensaste que me hundiría en el abismo más profundo, en el averno de opiniones encontradas. No te equivoques, sigo siendo la mujer fuerte que una vez te sedujo sin mirarte, sin hablarte y sin verte. No calculaste bien el juego de la seducción de la cinta métrica alrededor de mi cintura.

En una cita virtual, recorrimos juntos los rincones más ocultos de nuestras almas, desnudándonos sin pudores con la luz apagada, como si fuera la primera vez. Sin vernos las caras, observamos con atención los detalles más pequeños como las pinceladas del maestro pintor. Desde la distancia apreciamos nuestra obra, porque es nuestra, es tuya y es mía.

Demasiado tarde, demasiado lejos, demasiados retazos sin concluir. Algo no iba bien, era un juego peligroso del que resultaba imposible salir indemne. En tu osadía distante, rompiste nuestro contrato no verbal, no escrito, nuestro acuerdo inconsciente, provocando un daño colateral imposible de reparar. La metralla de tus palabras y tus actos, se clavaron con saña en mi corazón.

Arruinamos nuestro cuadro estampando reproches en su lienzo, manchas oscuras como los disparos directos al corazón en una guerra dialéctica y ecléctica. Una conjunción de códigos no cifrados que trastornaron nuestro raciocinio.

Resultó ser una batalla de seducción pintada en nuestras vidas, con manchas indelebles, sin vencedores y con-vencidos de que ambos salimos perdiendo. Pero yo no caeré en el abismo."

martes, 25 de marzo de 2014

A MI PADRE

Sé que en una entrada anterior dije claramente que todo lo que escribo no es necesariamente autobiográfico, y lo mantengo; pero he de decir que en esta ocasión sí lo es. 

Hoy es un día muy especial y triste para mí. Hoy hace dos años que falleció mi padre. El maldito cáncer se lo llevó. 

El primer año estuve invadida de una pena que me desbordó por completo. Y justo en el primer aniversario de su muerte escribí un poema que describía lo que tenía dentro, el dolor tan grande que me dejó su ausencia. 

Me consuela enormemente el hecho de haber estado a su lado en sus últimas horas, haberme podido despedir de él, besarle en la frente y de algún modo decirle "te quiero papá".

Mi padre y yo éramos personas de fuerte carácter y solíamos chocar, pero era mi padre, él me dio la vida y por ello le estaré eternamente agradecida. Han
pasado dos años pero el sentimiento sigue siendo el mismo. Gran pena, dolor y tristeza.

A Mi Padre

Hace ya un año que te nos fuiste
y quedaron aún tantas cosas por decirte.

Seguro lo hiciste lo mejor que supiste
o tal vez lo mejor que pudiste.

Estoy segura de que me quisiste
a tu manera, pero no lo dijiste.

Siento que aún no terminé de llorarte
la pena me ahoga y me cuesta escribirte.

Nunca pensé me sentiría tan triste
después de un año que te nos fuiste.


lunes, 24 de marzo de 2014

CAJÓN DESASTRE

A lo largo de nuestra vida llegamos a conocer a cientos de personas. La mayoría de las veces son personas que nunca volveremos a ver. Pero hay otras que entran en tu vida, se instalan, vuelven tu vida del revés y se van. 


Personas que te marcan para siempre, como el primer amor. Ciertamente el nacimiento de un hijo también cambia nuestra vida, nada vuelve a ser como antes, uno ya es padre y madre para siempre, pero no habla de eso mi relato, si no de esas personas que entran en tu vida como un huracán, lo desordenan todo y de repente un día deciden irse o tal vez seas tú el que decide que se vayan. De eso va mi pequeño relato de hoy.

"Siempre creyó que era feliz, que tenía todo aquello que una mujer necesita, que ella necesitaba. Había tenido un hijo, casi había escrito un libro y casi había plantado un árbol. Su vida estaba ordenada como el cajón de calcetines ideal, colocados por colores. Así trascurría su vida, sin grandes sobresaltos ni grandes emociones.

A veces creía necesitar alguna emoción que la hiciera sentir más viva, porque viva estaba. Pero su necesidad de estrujar la vida como un limón la llevó a encontrar un mundo de palabras mágicas que la hicieron sentir como Dorothy y sus zapatos rojos.

Alguien desbarató su cajón ordenado, y volvió su vida del revés dándole la vuelta como un calcetín. Llegó a ser feliz en ese caos que estaba condenado desde el principio a morir incluso antes de empezar a vivir. Era consciente de ello pero lo apartaba rápido de su mente, imprudente...

Las palabras de ese alguien bailaban en su cabeza, y los calcetines bailaban a su son. Llegaron a perder su pareja pero no la importó. Sus palabras sonaban como música que caldeaba su corazón que hasta entonces había estado cobijado, calentito y a buen recaudo. Pero llegaron a calentar su corazón de tal manera que comenzó a arder como un fuego fuera de control alimentado por palabras combustibles. Y se quemó, se quemó el cajón, y se quemaron los calcetines y se quemó su corazón, solo quedaron cenizas imposibles de recoger. Ahora solo cabe esperar que una galerna se las lleve ya que nunca más volverá a haber orden en su cajón."

miércoles, 19 de marzo de 2014

TOLERANCIA BIDIRECCIONAL

Vivimos en una sociedad que trata de imponer su propio criterio, intentando por todos los medios hacernos encajar en su propio molde. Para ello se vale de los medios de comunicación, de los llamados sabios e intelectuales y de la publicidad, entre otras cosas. Son muchos los ámbitos que en este aspecto se podrían tocar, pero me voy a concentrar en un par de ellos solamente.

Parece ser que si uno es una persona de principios inamovibles, se convierte automáticamente en un retrógrado y en un carca. Es cierto que los tiempos cambian y naturalmente uno no puede quedarse anclado en el pasado, no se trata de eso ni mucho menos, yo me considero una mujer moderna y de mente abierta pero de firmes principios. Haré solo un pequeño análisis en cuanto a la moralidad. Me hace mucha "gracia" cuando en algún programa de radio o televisión se habla del oficio más antiguo del mundo, y lo consideran un trabajo digno y como otro cualquiera, ¿perdona? Seamos honestos por favor, ¿nos gustaría que nuestra hermana o nuestra hija se dedicara a ello? Pues eso. Ahora a uno le quieren hacer comulgar con ruedas de molino, cuando te dicen que todo está bien, que hay que probarlo todo y que ancha es Castilla. Perfecto, allá cada cual, pero estaría bien que la tolerancia fuera bidireccional, yo respeto tu criterio pero respeta tú el mío. Yo soy capaz de respetar tu forma de vida aunque no la comparta, ¿es mucho pedir que tú hagas lo mismo? Esto por una parte y ahora vamos con algo mucho más trivial, la moda.

Un buen día aparece en la televisión o en internet o en cualquiera de los medios de comunicación que se tercie, un buen señor o señora, que resulta ser un gurú de la moda. ¿? Con unos estilismos imposibles pretende analizar y criticar los estilismos de los demás. Yo a veces me quedo estupefacta cuando estas personas tienen el cuajo de pretender imponer su criterio en cuanto a moda sobre el criterio de los demás. Ah, y no digas que te parece que lo que lleva el gurú en cuestión es horrible porque es que no tienes ni idea de moda.

Lo mismo se podría decir de las películas ganadoras de oscars. Si cierta película se lleva un porrón de oscars es que es una película de bandera y luego la ves y te parece que es una basura. Así que he decidido que a mí nadie me va a imponer nada que yo no quiera o de lo que yo misma no esté convencida. 

Tengo mi propio criterio así que, ¿qué te hace pensar que el tuyo es mejor que el mío?


lunes, 17 de marzo de 2014

SIN CHUBASQUERO



Es curioso como la misma situación en ocasiones nos resbala y en otras nos afecta. Está claro que depende de nuestro estado de ánimo.

A lo largo de mi vida he intentado que las cosas no me afecten tanto, o intentar quitarle hierro al asunto para poder soportar los desengaños y los desencuentros, pero para mi desgracia no siempre lo consigo, por no decir que prácticamente nunca.

No es que yo sea una persona tan susceptible que las personas que están mi alrededor tengan que estar midiendo cada una de sus palabras, tampoco es eso. Pero me involucro tanto en mis relaciones interpersonales que me afectan sus reacciones en un momento determinado, o tal vez mi problema es que espero lo mejor de todo el mundo, porque yo doy lo mejor de mí siempre. Olvido que no todo el mundo es como yo. 

En una de esas escribí este "mini-relato", por describirlo de algún modo.


"Hoy olvidé ponerme el chubasquero. No es la primera vez. De cuando en cuando lo olvido y no puedo evitar la mojadura que me cala hasta los huesos y me produce escalofríos. Pero realmente no es que haya olvidado el chubasquero, es que no tengo.

Ojalá se pudieran comprar, algunas personas consiguen hacérselo ellas mismas, a base de sufrir una mojadura tras otra y se dan cuenta de que si no se fabrican uno, su salud peligra de manera seria.

Mucha gente piensa que yo no necesito chubasquero, soy una mujer fuerte y grande, puedo con ventiscas y tormentas, con lluvia racheada que golpea mi cara. Pero no es verdad, la ventisca me tumba, la tormenta me enmudece y la lluvia me hace daño.

No soy capaz de fabricarme un chubasquero y hoy me he mojado, me he calado hasta los huesos y probablemente coja una neumonía de esas que te tienes que tomar antibiótico como para un caballo para poder salir. Quisiera tener esa capacidad, de hacerme un chubasquero y ponérmelo en cuanto caen cuatro gotas, y así que todo me resbale, que nada me haga daño.

Lamentablemente, no soy capaz de encontrar un chubasquero."

viernes, 14 de marzo de 2014

MAREA VIVA

En los tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, muchas personas sufren una enfermedad que trastorna el modo de ver las cosas y de vivirlas. Tantas situaciones, tantas presiones a las que somos sometidos, nuestras propias decisiones, malas decisiones, nos abocan a sufrir un trastorno de este tipo en algún momento de nuestra vida. Y si tenemos la suerte de no padecerla, seguro que tenemos a alguien a nuestro alrededor que sí. Estoy hablando de la depresión.

Este relato, cuento o historia, como lo queráis llamar, es lo que se podría sentir cuando las fuerzas te fallan y quieres acabar con todo. Pero también es una oda a la vida, a la lucha, a las cosas hermosas que nos rodean por las que merece la pena vivir. Lo escribí estando en una situación de inmensa tristeza y por eso está escrito desde el sentimiento más profundo, pero sobre todo quiero que os quedéis con lo positivo del relato y de la vida en general. 

Espero que os guste.

"Cada mañana el rugir de las olas despertaba su anhelo de vivir, la permitía respirar, huir de la sensación de ahogo que una ciudad sin mar la producía.

En su paseo matinal se acercaba al acantilado y observaba hipnotizada la fuerza de las olas rompiendo contra las rocas y escuchaba casi extasiada el ruido que las piedrecillas hacían al retirarse las olas, como escarabajos huyendo en estampida. Ese día era un día gris, lleno de claroscuros, como estaba su vida. Creía escuchar al mar llamándola con la urgencia de un amante adolescente, tapó sus oidos para no escuchar. Hoy no, hoy tampoco acudiría a su llamada. Lo observaría desde la orilla, sin prisas, con detenimiento, calibrando bien si ese amante la convenía. Pero era un amante persuasivo y meloso que susurraba a sus oídos palabras de amor incondicional. Cerró sus ojos y se vió a si misma cabalgando las olas como una indómita amazona. Era hermoso, de ojos azules y su cabello blanco de espuma de mar. 

Se tumbó al borde del acantilado y siguió escuchando su llamada, pero ella se resistía a caer en sus brazos. Sintió su aliento en la cara y una humedad salada que recorría su cuerpo. Atrapó con su lengua el sabor de su amante... le gustó su sabor. Solo tenía que rodar sobre sí misma para abrazarlo, para abandonarse a una paz de delirio. La llevaría al climax como un tsunami devastador, era tentador. Una marea viva que limpiaría todo a su paso, dejando la costa de su alma libre de toda arena que penetraba en sus huesos haciendo doloroso el camino por la vida. El mar no se somete a ningún molde y en cierto modo se identificaba con él, desbocado e inconformista.

Realmente era un amante persuasivo, con canto de sirena capaz de llevar a la locura. Un paso en falso y será un amor eterno. Pero su anhelo era respirar, vivir, gozar y gritarle al mundo y a ese amante: "¡Nunca seré tuya.  Eres un amante hermoso pero egoísta, bien lo sé. Lucharé contra tus vientos y tus mareas. No conseguirás que zozobre mi deseo de vivir y a-mar en libertad!"

Se levantó y se alejó del borde del acantilado, no quería escuchar más. Hoy no, hoy tampoco acudiría a su llamada."

miércoles, 12 de marzo de 2014

NO ES UNA CARTA DE AMOR

Ya sé que últimamente escribo mucho de desamor y desengaños. He de reconocer que estoy un poco moñas, pero hay situaciones que me inspiran. Porque aunque la vida está llena de cosas hermosas, también está llena de sinsabores y desencuentros.

Así que vais a disculpar que siga con la temática pero ahora mismo es lo que tengo dentro. De todos modos creo que son sentimientos con los que muchas personas se pueden identificar.

"Esto no será una carta de amor, sino una carta de sentimientos defectuosos que debería desechar, abandonar en algún punto limpio a la espera de un reciclaje.

Las cartas de amor terminan olvidadas en un rincón del desván, con un lazo rojo que ata mi corazón con una piedra de molino en el fondo de tu indiferencia.

Tú no quieres que esto sea una carta de amor que te obligue a pensar que tal vez somos los versos perfectos que jamás serán un poema, como dijo el poeta.

Pero no puede ser una carta de despedida porque si así fuera es que ya no estoy, que abandoné la vida bajo la cama o dentro del armario de doble fondo donde nadie me ve ni me siente.

¿Y qué puedo esperar, más que escribir algo que nunca leerás porque no me lo dejaste decir?

Esto no es una carta de amor, es una reseña de nuestra historia sin principio pero con final."

lunes, 10 de marzo de 2014

¿NOS QUEDARÁ PARÍS?

Te marchaste sin decirme adiós, sin una despedida, sin un "lo siento baby". Habría dado cualquier cosa por un último beso de despedida, de esos que sabes que nunca se repetirán, de esos que su sabor permanece en la memoria de mis labios, con sabor a lágrimas saladas. 

Te marchaste como los cobardes por la puerta de atrás, sin valor para enfrentarte a tus propios sentimientos, para enfrentarte a una mujer soliviantada a la que traicionaste de la manera más cruel. Me usaste a tu conveniencia egoísta, sabías que no me iba a negar, que me entregué a ti sin cuerpo pero con alma. Me diseccionaste hasta el tuétano de mi sentir más interno y mis sentimientos quedaron expuestos en versos al alba de nuestra historia y al ocaso más amargo.

Te marchaste en mi desconcierto, sabiendo que me obnubilabas y abducías con tus palabras de neón rutilante que cegaba mi cordura. Demasiada complicidad, demasiadas horas de desvaríos en el frío de la noche, demasiadas confesiones sin absolución, demasiado lejos...

Te marchaste dejándome abandonada a mi suerte, sin importarte mi desconsuelo ni quebranto. Bloqueaste mi entrada en tu vida con una piedra de cantera castellana. Quisiera maldecir la hora que te conocí, pero ni si quiera eso me queda, mi odio no pesa, es liviano y etéreo como el humo en tu mirada.

Te marchaste sin que nos quedara un París, porque nunca tuvimos un París, ni un Londres, ni un Berlín, ni un Copenague...

jueves, 6 de marzo de 2014

UNA PELÍCULA EN BESOS

No pensaríais que iba a dejar de escribir después de lo que dije en mi última entrada... Lo que no me mata me hace más fuerte como dice la canción. 

Así que con un par de tacones que diría mi amiga, os traigo una poesía, que creo que es bastante pasional. Con besos de película de esos que te cortan la respiración. Un beso apasionado que te encantaría recibir, en una playa, a la luz de la luna, bajo la lluvia o bajo la manta en el sofá. ¡Oh el amor, la pasión, el romanticismo! Hay que reavivarlo, como esa cerveza que se quedó sin apenas espuma, ¡agítala! Podrías sorprenderte, renace con fuerzas renovadas y es capaz de salpicarte como el champán agitado de un campeón en su podio.

Dejaos llevar, soñad con Burt Lancaster con su cuerpo de trapecista o con quien os de la gana. Espero que os guste.

UNA PELÍCULA EN BESOS

Quiero un beso de película, que dé envidia al que nos vea.
Un beso salado de mar de aquí a la eternidad
de locura inconfesable oculta entre las olas
que me arrastra y me golpea contra las rocas de tu deseo.

Quiero un beso de película, que enmudezca al que nos vea.
Un beso cálido de caldera en la popa de un carguero
abandonado y desnudo en alta mar lleno
de pasión encendida a la deriva.

Quiero un beso de película, que soliviante al que nos vea.
Un beso de mordisco sangrante y remordimiento
prohibido anunciado como un letrero luminoso
con tus luces de neón a pleno rendimiento.

Quiero un beso de película, que acelere al que nos vea.
Un beso de estrella de Hollywood tan ficticio como la vida
envuelta en crespones de lujuria y desenfreno
con el amor llamando al timbre de tu corazón.

martes, 4 de marzo de 2014

NO ES NADA PERSONAL

Parece ser que en ocasiones mis escritos se han tomado de manera personal. Me veo en la obligación de aclarar que aunque no soy escritora, tal vez sí tenga alma de escritora y como todos los escritores, no todo lo que escribo es autobiográfico. Procuro inspirarme en sentimientos muy humanos, sentimientos que todos en algún momento hemos sentido. Así que cuando escribo no necesariamente me estoy dirigiendo a una persona determinada, ni estoy necesariamente escribiendo sobre mi persona en ese momento.

Me molesta enormemente que me juzguen sin tener ni idea sobre mi vida. Si escribiera sobre crímenes, ¿pensarían que he matado a personas? Esto es el colmo. Sé perfectamente qué tipo de personas son las que juzgan, meditan y dan vueltas a lo que escribo y son algunas de las que me conocen personalmente. A vosotros os digo que no le deis tantas vueltas a la cabeza que os vais a trastornar. Si os gusta lo que escribo perfecto y si os ofende dejad de leerme.

domingo, 2 de marzo de 2014

MUJERES, HOMBRES Y VICEVERSA

Tenía un amigo que decía que la amistad entre un hombre y una mujer era perfectamente posible. Hubo un tiempo en que yo también lo creí. ¿Realmente pueden un hombre y una mujer ser amigos? La respuesta es: no.

Los lazos de amistad se van estrechando, se van haciendo confidencias, se genera una dependencia emocional y al final uno de los dos, si no los dos acaban enamorándose. Perfecto si ambos son libres para amarse, el problema viene cuando uno de los dos o incluso los dos no lo son. Entonces se vuelve una tortura insoportable, capaz de llevar a uno al borde del abismo. El siguiente paso es lanzarte sin mirar las consecuencias, lanzarse sin paracaídas y estrellarse destrozando no solo tu vida sino la de los que te rodean. 

Claro vivimos en un mundo en el que los compromisos están para romperlos, eso piensan muchos. Pero tal vez uno es de esas personas que considera que el compromiso con tu pareja es sagrado, para toda la vida. Y entonces toca tomar una de las decisiones más dolorosas que uno puede imaginar.

"Ninguno de los dos planeó enamorarse, simplemente compartían confidencias, pasiones y aficiones que les unían. Su complicidad iba en aumento, un pequeño mensaje de texto significa "necesito hablar". Poco a poco ella empieza a sentir que el cariño que siente por su amigo se va transformando, resulta ser un aliciente nuevo como una brisa de aire fresco que la hace sentirse joven, se da cuenta que se pone nerviosa cuando habla con él, que revolotean mariposas en su estómago, ya no es solo amistad. Siente que le quiere y trata de convencerse a si misma de que le quiere como a sus otros amigos, con los que no tiene la misma complicidad. Pero es mentira, y empieza a querer someter esos sentimientos, cree que lo podrá conseguir, es fuerte y en ocasiones los somete y doblega, pero resultan ser como un muelle que al más mínimo cese de presión sale disparado y apunta directo al corazón. Recoge el muelle y lo vuelve a someter, lo consigue pero vuelve a encontrar un resquicio por el que se escabulle saliendo disparado, apuntando al corazón y lo que es peor dando en la diana. El mal está hecho, se ha enamorado sin remedio, un cupido torpe y estúpido, lanzó la flecha equivocada, pero no ella no es libre para amar. No puede ni quiere traicionar a la persona que ha estado a su lado durante años. Entonces no queda más remedio que tomar una decisión dolorosa, sangrante que la dejará marcada para el resto de su vida. Llega a ser doloroso como tener que cercenarse una mano para poder sobrevivir, o lo haces o mueres llevándote por delante a los tuyos. Busca varios mundos que poner de por medio. La desesperación se apodera de todo su ser, no encuentra salida, se siente como la rata de laboratorio en el laberinto. Desearía que todo hubiera sido un mal sueño. ¿Qué pasa con todo lo que han compartido? No queda otra que recoger los pedazos y ocultarlos en el fondo de la mina de los sentimientos esperando que una explosión de grisú los sepulte para el resto de la vida.

Yo tenía un amigo que creía que ella y él podían ser solo amigos."

Os dejo un poema que escribí hace algún tiempo, cuando yo creía que la amistad de esa índole era perfectamente posible.

AMIGOS

Un paseo a solas contigo
Charlar como dos buenos amigos
Es mi ansia cada vez que te veo
Un café a medias es todo mi anhelo

Quiero que seas mi confidente
Que en mí confíes entre tanta gente
Compartir inquietudes sin que nos juzguen
O que nos resbale lo que otros urden

Hombre y mujer sin cupidos ni eros
Caminar juntos sin despertar recelos
Quiero conversar a solas contigo
Y poder decir: “Él es mi amigo”