martes, 10 de noviembre de 2015

Y EN NOSOTROS NUESTROS MUERTOS


Las redes sociales pueden ser un buen trampolín para darse a conocer independientemente de cual sea tu pasión. Y por supuesto los escritores son uno de ellos. Tengo varios seguidores escritores a los que sigo de vuelta y a los que prometo ir leyendo poco a poco y dar mi opinión de lectora adicta.

Este es el caso de la escritora Ana Medrano que de manera muy amable nos invita a todos sus seguidores a leer su primera novela. Pues bien, lo hice y me encantó. La novela es amena para nada esperaba que fuera del género policíaco y es uno de mis favoritos así que quedé encantada con la historia, la trama, y la protagonista con la que de algún modo me identifiqué.


Todo parecía indicar que la muerte de su padre había sido un desgraciado accidente, sin embargo la desaparición de un espejo en el taller de su padre hará que Nena Castelao sospeche que de ningún modo ha sido un hecho fortuito. Por todos los medios intentará convencer al inspector de policía Javier Rivera de que su corazonada es certera.



Los personajes son personas cotidianas con sus emociones y los avatares propios de la vida. La cercanía de los protagonistas hacen que su lectura sea de lo más agradable con una trama policial que engancha a todo amante de este género. 


Ana Medrano ha escrito otro libro con los mismos protagonistas, En el lugar de siempre, libro que sin duda leeré y disfrutaré tanto como este. Sin duda os recomiendo este libro que os meterá de lleno en la investigación que llevan a cabo los protagonistas.

Felicidades Ana Medrano por esta novela.

A continuación os dejo un enlace con una entrevista que le hicieron a Ana que os ayudará a conocerla mejor a ella y a su pasión por la escritura.

.http://lacazadoradehistorias.blogspot.com.es/2015/02/entrevista-ana-medrano-autora-de-y-en.html

lunes, 26 de octubre de 2015

LOBOTOMÍA DEL CORAZÓN

"El mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón."


Con estas palabras de Mario Benedetti en mente recordé la película Esplendor en la Hierba en la que una jovencísima Natalie Wood interpreta a una mujer enamorada de un joven de familia con posibles. Los padres de ambos se oponen a tal relación debido en gran parte a las diferencias sociales entre ellos. El joven accede a los deseos de su padre y rompe la relación sumiendo a la joven enamorada en una profunda depresión. Ante tal hecho los padres deciden ingresarla en un sanatorio mental en el que con la ayuda de una lobotomía consiguen que la joven olvide el amor que siente por el chico, convirtiendo a ésta en una mujer casi muerta en vida incapaz de mostrar sentimientos.
Es terrible que te obliguen a olvidar a alguien del que estás perdidamente enamorado. En realidad ¿cómo se puede sacar algo de la cabeza si está asentado en el corazón? Así es cuando te enamoras, piensas a todas horas en esa persona, tu primer pensamiento es para ella, tu último pensamiento es para ella y no puedes quitártela de la cabeza porque se instaló en tu corazón. 



Tendrán que lobotizarme
si quieren que te olvide
provocando en mí un suicidio mental
en la agonía de mi memoria.

Un reflejo en el espejo,
el cadáver de mi alma
al saberte tan cercano
tras las millas 
a la vuelta de mi esquina.

Y ya no quedará esplendor
ni en tu yerba
ni en mi playa.

viernes, 16 de octubre de 2015

LAS MANTENIDAS

Creé mi blog para escribir reseñas literarias, luego comencé a escribir algo así como poesía, o prosa poética que de vez en cuando publico, pero hay ocasiones en las que hago algún tipo de reflexión o crítica y me apetece compartirla. Hoy es una de esas ocasiones.

Escuchando el otro día en una entrevista a Mariló Montero, conocida periodista por sus innumerables perlas, una mujer estupenda por otra parte, decir que su madre no la había educado para ser una mantenida. (No sabía yo que hubiera madres que si lo hicieran). Pues bien, siempre he odiado esa palabra con clara connotación peyorativa, que se utiliza para toda mujer que no está en el mercado laboral.

Mantenida es aquella mujer que vive de su marido o su pareja. Bien, yo podría entender que se utilizara esa expresión para aquellas mujeres que dando el "pelotazo" de su vida, se casan con un hombre rico y se dedican a ir de shopping, a tomar cafés con las amigas o a jugar al golf. Y si tienen hijos contratan a otras para que se los cuiden. Esas mujeres son, para mí, unas mantenidas, esas que no dan palo al agua. Pero esas amas de casa, que se casan y se dedican al cuidado de su casa y sus hijos de ningún modo se las puede llamar mantenidas. No hay mujer más trabajadora que el ama de casa. ¿Acaso no se "ganan" el sustento cocinando, limpiando, lavando, planchando, haciendo la compra, cambiando pañales, administrando y organizando? ¿Cuánto costaría tener en casa a una persona que hiciera todo ese trabajo? Creo que muy pocos se lo podrían permitir.

La independencia económica para las mujeres es algo a tener en cuenta, en realidad sería lo que evitaría que muchas mujeres tuvieran que vivir con su maltratador, así que es algo por lo que todas debemos luchar, un trabajo que nos ofrezca esa independencia. Algo bastante difícil por otra parte en los tiempos de crisis económica y en la asquerosa sociedad en la que vivimos que considera que una mujer de más de 45 años ya no sirve para nada. Vergonzante.

¿Mantenidas? Sí, las que derrochan el dinero de sus maridos en uñas de porcelana. Pero nunca una mujer que por voluntad propia ha decidido quedarse en casa para cuidar su casa y educar a sus hijos merece el apelativo de mantenida que de manera peyorativa incluso muchas mujeres utilizan.

lunes, 5 de octubre de 2015

CINEFILIA AL AIRE


No me definiría como una cinéfila propiamente dicho, aunque sí soy amante del cine, especialmente del cine clásico, del cine de antes, el que era en blanco y negro, el de la época dorada de Hollywood, el de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman o Spencer Tracy y Katherine Hepburn o incluso Ginger Rogers y Fred Astaire, sí ese es el cine que me apasiona quizás sea porque es el cine del que disfrutaba de jovencita. Me encantaban las películas del oeste, todas en las que salía ese hombretón llamado John Wayne. También leí mucha novela del oeste, muchas de ellas me las dejaba mi tío. Quizás gracias a él me aficioné a la lectura.

Aunque recuerdo una de esas cosas que en mi mundo de pubertad hacía, y era recortar las películas que se anunciaban en el TP acompañadas de una fotografía, ¿eso es cinéfilo? Lo cierto es que conservé una caja con todos esos recortes hasta que me hice "mayor". 

Colaboré durante un tiempo en un blog de cine, Motel Purgatorio, en el que me apasioné hasta el extremo rememorando y visionando de nuevo aquellas películas de antaño. Sí, me gusta el cine, y sí quizás soy cinéfila. 

No hace mucho leí un poemario del que hice reseña, -Siempre nos quedará Casablanca-, que hablaba mucho del cine y me apasioné de tal modo que recordé mi niñez en el pueblo de mis abuelos. Seguro que todos los que ya tenéis una edad recordáis el cine en la plaza del pueblo. 

A mis abuelos Sabino y Aurora y al pueblo San Esteban del Valle.

"Recuerdo el cine en la plaza del pueblo,
sí, allí junto al pilón que emanaba agua
que saciaba la sed de personas y bestias.
Eran noches de estrellas del firmamento de Gredos
pero también de las que brillaban en Hollywood.
El abuelo apremiaba a llevarnos las sillas
con las patas llenas de entusiasmo
y temblorosas por la expectación.
La plaza está llena y la lona extendida.
Ya suena la música, la banda sonora
por toda la sierra donde los amantes
se aman y los besos se sellan.
Así recuerdo el cine en la plaza del pueblo
en una mano la silla y en la otra el abuelo."

jueves, 3 de septiembre de 2015

EL AMANTE JAPONÉS

"No puedo renunciar a amarlo, sin él me secaría como una planta en el desierto".

Con estas palabras se podría resumir a la perfección la esencia de este libro que me ha apasionado como prácticamente cada novela que cae en mis manos de Isabel Allende. He disfrutado muchísimo con su lectura aunque esta vez he echado de menos la intensidad a la que esta escritora me tiene acostumbrada en sus libros.
Sin duda una historia de amor que ella como pocos inventa. Amores difíciles, complicados, a contra corriente, inadecuados, ilícitos pero imposibles de obviar porque de lo contrario uno se secaría como una planta en el desierto.

La novela nos cuenta la historia de Alma Velasco en un contexto  bélico como fue la II Guerra Mundial y los acontecimientos acaecidos con los japoneses, el ataque a Pearl Harbor y sus consecuencias en los campos de concentración como el de Topaz. Aunque Allende no se recrea en todos estos hechos, sino más bien en un amor que nace en la niñez, el amor entre Alma e Ichimei, el niño japonés cuyos padres trabajan para los tíos de Alma. Su amor permanece a lo largo de los años, con encuentros y desencuentros pero amor de verdad, del bueno, del que no se gasta, del que deja huella y marcas indelebles, de ese.

Mi primera reacción analizando la historia sería decir, 'Alma es una cobarde que primó su propio bienestar a su amor por Ichimei', sé que suena contradictorio con lo que he mencionado anteriormente, pero Alma no podía dejar de amar a Ichimei. Es fácil, cuando uno lo ve desde fuera, decir o pensar que Alma fue una cobarde, pero por otra parte no es nada sencillo vivir una historia de amor en unas circunstancias en las que todo juega en tu contra y en la que los prejuicios pesan como una losa resultando ser una lucha sin cuartel que agota emocionalmente pudiendo llegar al desequilibrio mental. Así que de ningún modo me atrevo a juzgar a Alma ni a ninguna otra persona a la que el amor haya atravesado como un obús dejándola sin resuello por no poder entregarse al cien por cien. Sin embargo "la necesidad de Alma de saberse amada era insaciable".

No es una novela excesivamente larga así que puede ser una buena opción para lo que queda de verano.

"Espero tus cartas y tu voz en el teléfono, te imagino llegar corriendo... A veces el amor duele". Y es que de eso doy fe.

martes, 25 de agosto de 2015

CUANDO LOS POEMAS MUERDEN

Es curioso lo que la lectura, bien sea de un libro o de un simple poema, puede provocar en nosotros. Emociones encontradas, sentimientos olvidados o simplemente ponernos la piel de gallina. A veces son como las cosquillas que te hacen con una pluma, pero otras son como un vendaval que te arranca del alma las células muertas generando una nueva piel que te hace sentir la vida, el amor, la pasión, el desgarro, el calor de las entrañas, el susurro de la muerte, sí, todo eso puede transmitir un poema o una novela o simplemente la lectura de un libro.

Leyendo un poema en un blog de poesía, sentí la necesidad de escribir lo que viene a continuación. A pedir cuentas a aquellos que nos muerden con sus poemas para que luego no nos echen en cara nuestra locura, provocada por cada una de de sus letras.


"Aquellos versos que mordieron sus corazones para siempre".
                                                                         El Mordisco de un Poema

Muerden tus poemas, como muerden tus manos 
cuando acarician mi intelecto.
Te pediré cuentas por hacerme sentir
más allá de lo lícito y ventajoso.
Me obligarás a dispararme en un pie
a cojear el resto del camino
el angosto con piedras de aristas
con palos en las ruedas
con mochilas cargadas de agónicas sonrisas.

Te pediré cuentas por recriminarme
que sienta lo que siento y me culpes
y me tildes de rebelde cuando eres tú
el causante de mi rebeldía 
el que me muerde con sus poemas
como muerden sus manos 
cuando acarician mi intelecto.

miércoles, 22 de julio de 2015

LOS BESOS NO SE GASTAN

"Los besos no se gastan, siempre se pueden dar más."

Segundo libro que leo de Raquel Martos, aunque fue este el primero que publicó, que como el anterior ha conseguido encandilarme y llegarme al alma. Una novela que habla de la amistad hasta el final, de esas amistades que son para siempre, desde la infancia hasta el final de la vida.

Raquel Martos tiene algo en su manera de escribir tan auténtica, tan real, que al final consigues identificarte con cada uno de los personajes, unos por una cosa y otros por otra. Transmite los sentimientos de las mujeres como pocos escritores logran y cuando te sumerges en su lectura piensas en ocasiones "creía que esto solo me pasaba a mí".

Las protagonistas, Eva y Lucía, aunque más jóvenes que yo, les tocó, como a mí, vivir la España de los años setenta, de la tele en blanco y negro, de jugar a la comba en la calle y del hula-hop. O la época de correr como locas por el pasillo de El Corte Inglés (eso también lo he hecho yo, y lo de perderme para volver a casa y todo lo que se cuenta en este incidente en la novela) para pillar hueco en la firma de discos de los Pecos. Mis queridos Pecos, qué nostalgia, (aun conservo sus discos de vinilo) qué de lloros en la noche de amores imposibles de guitarra... Siempre que salen a relucir los Pecos me acuerdo de mi amiga Ana, que recordando viejos tiempos como dos adolescentes fuimos a verlos en su gira de 25 años, coreamos sus canciones y les gritamos lo guapos que eran. Conseguimos por fin, 35 años más tarde, la firma en el disco y un beso de Pedro y otro de Javier. (A mí me siguen pareciendo igual de guapos).

Tras este inciso, imprescindible para mí, vuelvo al libro, vuelvo a Eva y a Lucía que con siete años se conocieron por un revés en la vida y cabellos trasquilados, forjando una amistad que perduraría en el tiempo. Viviremos con ellas su infancia, su pubertad, su adolescencia, sus primeros besos y sus primeros amores. Tengo un poco de Eva y un poco de Lucía, comprendo su amistad que va más allá; de unos lazos tan fuertes que al final es como si fueran de sangre. Una amistad de confidencias y secretos, porque de esto va esta novela, de la amistad por encima de desencuentros y espacios en el tiempo. Pero también trata del amor, el que cada una de las protagonistas siente, en su primer beso, su primera cita o el amor con la persona que deseas compartir tu vida, la que llega a ser "una parte de ti, como un órgano tuyo, como el corazón o los pulmones" con la que te besas y llegas a decir "más que besarnos, nos respiramos".

Esta novela es para mí un homenaje a todas las mujeres que con valentía se enfrentan a las duras pruebas que la vida nos suele deparar. Y recordad, "los besos no se gastan, siempre se pueden dar más". Así que no escatimes en besos, de amor, de amistad, de cordialidad. Pero tampoco des 'besos que no quieres porque es como tirarlos a la basura'.

Felicidades Raquel, una vez más por plasmar unos sentimientos tan entendibles y tan identificables.

PD. Os dejo el enlace a mi reseña del libro de Raquel "No Pasa Nada y Si Pasa Se Le Saluda".

http://buhonerodelaurora.blogspot.com.es/2014/05/no-pasa-nada-y-si-pasa-se-le-saluda.html

lunes, 13 de julio de 2015

MORIR DE AMOR


El amor, ese sentimiento capaz de mover el mundo, tu mundo, mi mundo. Ese sentimiento que varía en intensidad, que tiene diferentes nombres y de ningún modo deja  a nadie indiferente. O amas o eres amado o sufres el desamor o sufres por no haber amado.


El otro día conversaba con una persona a la que adoro, sobre la poesía y la incidencia de ésta del sufrimiento en el amor. Él no podía comprender cómo el amor se puede basar en el sufrimiento. Para mí es completamente comprensible vivir el amor con tanta intensidad que duele, tanto si es correspondido como si no. Y me decía que  uno debería recrearse en lo placentero y no en el dolor. Cierto, amar y sentirse amado es lo más placentero y sublime de la vida pero para mí de ningún modo es esto incompatible con el dolor.

"Baso mi amor en la esperanza y en la felicidad que la persona a la que amo me proporciona." Estas fueron sus palabras textuales sin duda acertadas.

Morir de amor son palabras que hemos escuchado en canciones como aquella de Miguel Bosé, o en poemas o en novelas o en citas de películas. Y el otro día una amiga lanzaba esta pregunta al aire en una red social "¿se puede morir de amor?" y yo digo...ojalá.


Me preguntas si se puede morir de amor
y yo te digo que ojalá fuera posible.
Porque me duele amarte, me quema el alma
y las cuencas de mis ojos.

En el desgarro de mis muslos y la humedad de mi cama,
vivir la muerte de amarte con prisa, sin pausa.
Quizás me sorprenda la muerte sin haber terminado de amarte
y venga con su guadaña a balancearme ante tu rostro
añadiendo la tortura de un final inminente.

Ojalá fuera posible morir de amor
y colgarme de tus pies y que sean ellos los que me columpien
desparramando mis emociones
que otros pisan mientras se burlan.

Son necios que se niegan a amar por miedo a morir,
por miedo a cicatrices visibles a los ojos del próximo amante
ese que pasa de largo
el que se sube y se baja por temor a morir de amor.

Ojalá se pudiera morir de amor.

jueves, 2 de julio de 2015

MUSLO TATUADO

"Si no sientes celos alguna vez es que no has amado nunca." Esto dicen algunas personas sobre ese sentimiento que te puede matar por dentro, agujereando tu alma como un misil al que no has visto venir y te golpea destrozando la lógica de tu mente. Y crees que te vuelves loco al mismo tiempo que en tu locura reconoces que ese sentir carece de fundamento.


Bueno estos deben ser los llamados celos patológicos que te impiden pensar, razonar y actuar con lógica. No creo que para estos haya cura pero es importante analizar que lo más probable es que esos fantasmas que a veces vemos, en realidad no existen. 



El problema, por llamarlo de algún modo, es que vemos a nuestra pareja como el ser más maravilloso sobre la tierra, el más hermoso, el más adorable y todo eso que hemos visto en nuestra pareja, porque él o ella se ha abierto a nosotros como nadie, tememos que otros lo vean, porque irremediablemente si lo ven se enamorarán perdidamente y tu pareja tendrá tant@s rendidos a sus pies que podrá elegir, y crees que te descartará porque se aburrió de ti, porque ni tú mismo crees en ti.



Absurdo, no hay otra manera de definir ese sentimiento que no solo hace muchísimo daño al que lo sufre, sino que puede llegar a romper la relación y eso es precisamente lo que no queremos. La confianza en nuestra pareja, si es una relación sana, es fundamental. Él o ella nos eligió a nosotros para compartir la vida, las risas, los llantos, el amor y la pasión.



Sé que es fácil decirlo pero no tan fácil ponerlo en práctica o aleccionar a nuestra mente de que eso es lo mejor para la relación, sobretodo cuando es este un sentimiento difícil de someter o controlar. Quizás sea buena idea decirle con tacto a nuestra pareja como nos hace sentir el que quizás sea cariñoso con otr@s aunque lo más probable es que sea precisamente ese cariño que demuestra el que nos enamoró. Tampoco podemos pretender que esa persona de repente vaya en contra de su naturaleza y exijamos que sea arisco con otros. Y en ningún momento me estoy refiriendo al tonteo, lo cual sí sería motivo para quizás sentir celos.



En cualquier caso es una reflexión de estas que se me pasan por la cabeza y que siento la necesidad de compartir. Y todo esto para que leáis unos versos que así como quien no quiere la cosa me salieron. 


"Solo deseo el roce de tus palabras en mi boca,
solo tu aliento quiero beber
solo tus gemidos quiero saborear".

Tatuadas en mi muslo tengo tus palabras
para no olvidar que me amas
cuando otros suspiros se cuelan por mi ventana.

Tatuadas en las palmas de las manos
para que el llanto no se lleve las letras
cuando me derramo por ti.

Y te odio por desatar la podredumbre de mis huesos
que se consumen en otras cisternas
que te ofrecen su agua fresca 
y efervescente de deseo.

Entonces recorro con la pluma 
cargada de celos
cada trazo tatuado en mi muslo
hasta emborronar mi epidermis
amordazada con tus besos.

miércoles, 17 de junio de 2015

DON DE LENGUAS


Deseosa estaba de tener entre mis manos este nuevo poemario de Alfonso Brezmes del que estaba segura no me iba a defraudar después de disfrutar del anterior La Noche Tatuada del que hice reseña en el blog. Y así ha sido, me ha encandilado con su lengua y su lenguaje, con Don Aforismo y con Doña Metáfora. Con las lenguas vivas y con las lenguas muertas. Una vez más Brezmes ha conseguido erizar el vello de mi piel con sus poemas que transmiten como pocos, que a mí me transmiten como pocos.


Y ahora alguno pensará que soy una exagerada, pero lo que escribo, da igual que sea una reseña como es el caso o alguno de mis "poemas" si es que se les puede llamar así, lo hago desde la pasión que me caracteriza. Si algo me apasiona, me remueve y me conmueve intento por todos los medios transmitir con mis palabras este hecho y creo que en ocasiones lo consigo. Don de Lenguas es un flash-back a la gramática del amor, a las conjugaciones y a las sintaxis; de sexo oral en camas deshechas en las que arde babel dando paso a una segunda piel. ¡Adoro los ejercicios de lengua!

Difícil me resulta elegir alguno para animaros a adquirir este poemario porque son todos de una gran exquisitez. Pero os dejo uno de mis favoritos de esos que invitan a arder. Felicidades Alfonso Brezmes. 

EL PACTO

Si me enciendes, no aguardes
de mí un lenguaje al uso, 
los desgastados ritos del amor,
las consabidas normas,
los burdos reglamentos
que matemáticamente predicen
cómo todo se teje y se desteje.
Si me prendes, 
no dejes leña para un día
que acaso nunca ha de llegar, 
y arriésgate al juego prohibido
que ignora la aritmética y el cálculo.
No te cubras, no conserves:
organiza tu vida para el fuego.
Ese es el pacto: si me incendias,
arde conmigo.

sábado, 13 de junio de 2015

LAS LECTURAS DE LAURA

Cuando uno navega, bucea y surfea por la red se da cuenta de cuánto talento hay por ahí escondido. Auténticos artistas que lo más probable es que sean visibles sólo para unos pocos, quizás su círculo más íntimo. Normalmente esas personas son de carácter humilde, sin grandes pretensiones, que lo único que desean es disfrutar con su arte y en la medida de lo posible compartir esa pasión con otros. 

Hoy quiero compartir con vosotros un pequeño relato que una persona muy especial para mí, escribió. Rudy García Cerdeña es un bloguero de cine con el que tuve la inmensa suerte de colaborar, colaboración que por circunstancias que ahora no vienen al caso tuve que abandonar. Sin embargo recordaré esa etapa como una de las más satisfactorias de mi vida compartiendo pasiones difíciles de comprender para algunas mentes. En cualquier caso Rudy posee un talento del que él apenas es consciente y bien patente queda no sólo en las entradas de su blog sino también en este relato que con vosotros quiero compartir. Excelente escritor pero mejor persona ha robado mi corazón y he llegado a admirarlo y quererlo a partes iguales. Espero que os guste tanto como a mí.

"Laura cerró el libro que estaba leyendo; algo ya casi en desuso en una época en que la lectura se había trasladado casi por completo a los dispositivos electrónicos y el papel era una materia en vías de extinción igual que muchos negocios que hasta no hace tanto vivían de ello. También ella era usuaria de dichas tecnologías, pero ese día sintió la necesidad de leer aquel libro en concreto y de hacerlo como cuando era cría, como cuando su padre les leía a ella y a su hermano aquel y otros ejemplares, pasando cada página con sus dedos, sintiendo el papel y no una pantalla.

Su padre, postrado ahora en una cama de hospital —no dejaba de ser curioso que por mucho que evolucionara todo, aquellos recintos seguían teniendo siempre aquel olor aséptico que tanto detestaba—, desde hacía ya casi un año en un coma profundo del que, según todos los facultativos, y pese a las nuevas tecnologías jamás despertaría. Le decían que era una cáscara vacía, que no le escuchaba y que lo más humano y lo más lógico era dejarlo ir y seguir adelante pero ni su hermano ni ella se sentían aun con fuerzas para darlo todo por perdido y desconectarlo de aquel remedo de vida.

Hacía ya semanas que Daniel, su hermano, visitaba cada vez menos a su padre pero no lo culpaba. Verlo así no era fácil y a Dani, lo de hablarle, le hacía sentir tremendamente estúpido y se sentía incómodo e impotente sentado en una silla junto a la cama sin poder hacer nada más que esperar algo que no sucedería. Laura, en cambio, no solo le hablaba sino que le leía a menudo en voz alta, desde periódicos, pasando por novelas, hasta cómics que además describía como si hablara con una persona ciega y no con un ser en estado vegetativo.

El libro de ese día era tremendamente especial pues fue uno de los primeros “de verdad” que les leyó su padre, aparte de los típicos de “Dora” o “Mickey Mouse”, y que narraba las aventuras de un pequeño extraterrestre llamado “Doble P”. De niños, su padre les leía un capítulo cada noche, a veces dos si habían sido muy buenos o estaban muy tranquilos. Ahora, ya mayor, Laura comprendía que aquel hombre que cada vez ocupaba menos espacio en una cama pequeña pero que se hacía enorme a su alrededor, disfrutaba de aquellas lecturas tanto como ellos pero que llegaba cansado y con ganas de disfrutar de ese rato de relax, de una casa sin las adorables pero chillonas voces de dos niños que habían sido de armas tomar en muchas ocasiones. Solo cuando llegas a ser padre o madre lo entiendes y Laura lo entendía desde que cinco años atrás llegaran los gemelos a su vida.

Observó el libro buscando el punto donde había dejado de leer para retomar la historia y seguir con aquella tarea que nadie comprendía muy bien pero que todos respetaban. Usaba diferentes entonaciones según qué personaje hablara en cada momento, algo que a su padre jamás se le dio demasiado bien aunque ella siempre adoró el sonido de su voz cuando le escuchaba leer hasta, en algunas ocasiones, caer presa de los brazos de Morfeo.

Había avanzado unas pocas páginas cuando creyó oir un leve sonido, como cuando se rasca con las uñas la sábana de la cama. Observó a su padre pero sus manos estaban inmóviles sobre la blanca tela. Continuó leyendo y el ruido volvió a producirse, esta vez más claro, pero al mirar de nuevo hacia el lecho tampoco notó movimiento alguno. Quiso achacarlo a su imaginación pero no pudo evitar que un leve rayo de esperanza se colara entre las nubes de los últimos meses de su vida y, poniéndose de pie junto a su padre, volvió a leer, esta vez con un ojo en el libro y el otro en la mano de aquel hombre que ya difícilmente le recordaba a aquel de casi dos metros de altura y espaldas anchas y fuertes.

Poco minutos después descubrió la procedencia del sonido al ver la mano de su padre contrayéndose sobre las sábanas hasta formar un puño y volviendo a estrirarse. Sin perder un segundo, usó el botón de llamada que conectaba con el puesto de enfermería pero pasados unos instantes salió ella misma a la carrera buscando al personal del hospital para toparse en el pasillo con un joven con cara de haber sido interrumpido en algo importante. Este la acompañó a la habitación y la escuchó con cierto desdén pues no debía ser el primer familiar de un enfermo en estas circunstancias que creía haber visto algo tan imposible como una respuesta física en un cuerpo que era poco más que un recipiente vacío.

Ante la insistencia de Laura, el enfermero hizo unas rutinarias pruebas iniciales ante las que no se obtuvo respuesta alguna mientras esperaban que llegara el especialista. La mujer explicó lo sucedido por activa y por pasiva e incluso suplicó a los allí presentes que observaran ellos mismos aquel apéndice, que según ella había vuelto de repente a la vida tras meses inerte, mientras ella leía aquel libro infantil. Los dos médicos y el enfermero aguantaron pacientemente unos diez minutos hasta que comenzaron a mirarse nerviosos y con cierta incomodidad, pues todas las comprobaciones que se pudieron hacer fueron negativas. El cuerpo de aquel hombre no reaccionaba de ninguna manera y los tres pensaban que el agotamiento, el estrés y la necesidad de que aquello sucediera era lo que había hecho que la mujer imaginara algo que no había sucedido. Finalmente, disculpándose con Laura fueron abandonando la habitación, dejándola sola y frustrada, con lágrimas de impotencia rodando mejillas abajo.

Nunca se atrevió a contarle aquel episodio a su hermano, no quería hacerle más daño, pero durante las siguientes semanas, continuó llevando aquel pequeño libro y leyendo a su padre las mismas páginas una y otra vez, hasta saberse muchos pasajes casi de memoria; la mano jamás volvió a dar señales de vida. Todo el personal de aquella planta la miraba con esa pena con que se mira a la gente que está perdiendo un tanto la cordura pero ella sabía lo que había visto y nunca se rindió en sus intentos por lograr ese mismo efecto de nuevo. Por desgracia quien se rindió finalmente fue el corazón de su padre, que una noche, mientras ella dormía junto a su marido, decidió pararse sin más.

Laura siempre quiso creer que aquel suceso fue una especie de despedida y fue consciente de que quizá lo que les unió cuando ella era solo una cría, la lectura de aquella y otras historias, fue lo suficientemente fuerte para sobrepasar el velo que separaba a la mente de su padre, si es que aun quedaba lo suficiente de ella, del mundo que le rodeaba.

Aun hoy, años después de la muerte de su padre, el diminuto “Doble P”, cuyo libro aguanta a duras penas de una pieza, la acompaña en viajes interplanetarios con sus dos pequeños nietos, inspirándolos, como hiciera su padre con ella, a vivir e imaginar nuevas aventuras cada día al abrigo de las páginas de tantos y tantos libros."





martes, 2 de junio de 2015

SIEMPRE NOS QUEDARÁ CASABLANCA

Después de tanta entrada personal tocaba ya una reseña. En esta ocasión no se trata de ninguna novela sino de poesía o más bien prosa poética. David Pérez Vega nos cuenta pequeñas historias de una manera poética que a mí me ha gustado especialmente. Muchas de las que se recogen en este poemario nos hablan del cine, la gran pasión de otro blog al que estaré eternamente ligada, Motel Purgatorio, y he querido compartir con todos vosotros mi parecer sobre el libro.

David Pérez Vega ha publicado la novela "Acantilados de Howth" y próximamente publicará su poemario "Móstoles era una fiesta" escrito en 1998. El que ahora mismo nos ocupa, si te gusta que te cuenten algo en la poesía, te gustará. Casi podría definirlo como un recopilatorio de microrelatos que en más de una ocasión me han transportado a mi infancia, al cine de mi barrio en Barcelona con sesión continua que si entrabas tarde pues te quedabas y podías ver el principio de la película si te lo habías perdido, es más podías ver toda la película otra vez. De hecho leer estos poemas sobre el cine me han inspirado para escribir yo también sobre mis vivencias cuando era niña cuando de vacaciones en casa de mis abuelos nos cogíamos la silla y nos íbamos a la plaza del pueblo donde iba el cinematógrafo y nos proyectaba las películas, para toda la familia, como las de Marisol. ¡Qué tiempos aquellos! Todo eso ha conseguido este escritor, actualmente profesor de secundaria, con sus historias, sus poemas. Gracias David.

Naturalmente la lectura, como el cine, transmite a unos y a otros cosas diferentes, así que os dejo esta pequeña muestra  para que os animéis a leer el poemario.


BANDA SONORA

Si esto fuese una película, al pronunciar
tú esas palabras, nos miraríamos fijamente
un instante y yo entonces te besaría sin remedio,
con la necesidad de un buzo a su bombona de aire.
La cámara se alejaría de la intimidad de la escena,
en un movimiento elevado de grúa
nos dejaría allí abrazados en la noche,
bajo los oles y los severos edificios de la Castellana.
Sonaría de fondo una suave música clásica,
el Otoño de Vivaldi, aunque obvio y caduco,
resultaría, en todo caso, de una emoción reconfortante.

Pero es la vida real y la banda sonora
es el claxon del coche de un imbécil, la serenidad
incurable de los charcos más hondos de la acera,
y yo he de tragarme una a una tus palabras
con una débil sonrisa. Esas palabras que cada vez
me duelen más puestas en los labios de una chica,
brillantes, con su señuelo de trampa para incautos,
"Pero qué majo que eres", Brillantes.



miércoles, 27 de mayo de 2015

LLANTO EN SOLEDAD


Mucho ha inspirado la soledad, libros, poemas, canciones, películas... Para algunos temible pero para otros un ansiado placer. Tener una familia grande puede dificultar momentos de soledad, de intimidad, de poder escuchar tus pensamientos y ordenar tus ideas por locas que sean.

Escuchar el silencio en completa soledad o acariciar la atmósfera que te rodea, en tu habitación. O quizás llorar a moco tendido sin que nadie se moleste, sin que a nadie le incomode, sin que nadie te pregunte. Unas veces por falta de soledad y otras por falta de tiempo, sí, para llorar también hace falta tiempo. Vas constantemente con el nudo en la garganta pero tus diferentes obligaciones te impiden llorar, has de mantener la compostura, guardar las apariencias y sonreír mintiendo al decir que todo va bien. Al fin y al cabo tampoco puedes ir contándole a todo el que te pregunta que tienes un nudo en la garganta que casi te impide respirar. 

Y un día llega el momento inesperado de soledad física, porque de la otra es más fácil tener, estar rodeado y sin embargo sentirse solo, por desgracia creo que hay una gran parte de la población mundial que se siente así. Gregarios y apelotonados y sin embargo solos. Buscando calor y sin embargo no dejar de sentir frío. Paradojas de la vida.

Por fin sola, por fin puedo llorar.



Quizás debería aprovechar a llorar
ahora que estoy sola bajo la jamba de la almohada
ahora que nadie me mira ni pregunta
por miedo a la respuesta.

Debería aprovechar a llorar
ahogándome por dentro 
hasta quedar seca y arrugada,
para aplacar las conciencias
de los otros, de los cobardes.

Aprovecharé a llorar
por las cosas que se quedaron 
en el camino, que se perdieron para siempre
por las alas cortadas 
y por las puertas en el campo.

Y lloré al fin hasta dormir mi alma
hasta matar mi sed
de amor, de amar 
y ser amada.

domingo, 17 de mayo de 2015

LEVANDO ANCLAS


"Esto lo puedes hacer, pero esto otro no. Esto es apropiado para tu edad, pero esto otro no. Estos sentimientos los puedes tener, pero estos otros no. Esto lo puedes escribir, pero esto otro no."


Cuando rondas los cincuenta y te están diciendo esto constantemente, pues la verdad es que se puede llevar bastante mal. Pareces tener un pepito grillo en el hombro constantemente, que no es que te ayude a no equivocarte, sino que coarta tus movimientos, y puede resultar ser una auténtica pesadilla. Pero lo peor no es eso, lo peor es que lo tienes que llevar encima, no lo puedes aplastar como una cucaracha porque entonces el aplastado serás tú. Son paradojas de la vida, cosas que para muchos de mis lectores serán incomprensibles pero sé que para algunos de ellos les resultará más que familiar.

Las mentes estrechas del entorno de uno hacen lo posible por torturar al que tiene su mente más abierta, más libre; pero las mentes estrechas confunden y consideran que tu mente no es libre, es libertina y consideran que tu mente es sucia, pero en realidad es la suya la que es sucia procurando buscar y revolver entre las miserias que todos, absolutamente todos tenemos, incluidos ellos. Personas que no viven, pero que tampoco dejan vivir. Controladores de las emociones ajenas.

Sé que esto es de lo que no se me está permitido escribir, pero es mi blog y pongo lo que me da la gana. Y si estoy cabreada y me apetece compartirlo lo voy a hacer. Con algunas cosas tendré que claudicar porque no me queda más remedio, pero con otras no. 

Suena a cabreo y estoy cabreada, pero a pesar de todo me salen poesías o versos o como lo queráis llamar, como esto:

LEVANDO ANCLAS

Te obligaron a levar el ancla
ese puerto no es para ti
sus aguas son demasiado tranquilas
te acunan en abrazos
que no están en tu mar
que no son de tu océano.

Tus velas no se pueden desplegar
en ese mástil 
que abrazas con tu cuerpo
cobijando besos
que no están en tu eslora
que no son de tu velero.



jueves, 14 de mayo de 2015

AMOR A LARGO PLAZO

¿Quién no ha discutido con su pareja en alguna ocasión? Por mucho que uno se ame, habrá momentos de tensión o desencuentros. Una palabra mal interpretada, una sensibilidad especial, un mal día.

La sensación en esos momentos pudiera ser la de que una pequeña fisura se abre en la relación, no tiene importancia sigue siendo el mismo jarrón hermoso y con las florituras que lo adornan no se aprecia esa pequeña fisura, ese arañazo que queda oculto bajo las inmensas capas de amor.

Cuidamos nuestro jarrón y hacemos uso y disfrute de él, lo adornamos con flores de vez en cuando, ese pequeño detalle que hace que haya momentos sublimes, una escapada romántica, una cena especial, un "te amo" entre beso y beso.

Con los años pudiera ser que ese jarrón perdiera un poquito de su brillo inicial, de cuando era nuevo, no obstante sigue siendo hermoso, es una joya que cuidamos con esmero, lo tratamos con más delicadeza aunque si lo miramos de cerca vemos los arañazos, las pequeñas fisuras bajo los bellos ornamentos del jarrón. Sin embargo sigue entero, sin roturas porque se habla, se comunica, se escucha, se ama. Es un jarrón de calidad, no de esos de importación baratos del bazar de la esquina. 

Pero el amor es un vínculo mucho más fuerte que todos los pequeños golpes que nos demos, los roces inevitables de estar tan juntos. Las aristas se van puliendo de uno y otro llegando a ser dos cantos rodados suaves que incluso si los pones juntos ves que se han adaptado el uno al otro formando un todo, llegando a estar en el fondo del jarrón a modo de base sólida que impide que el jarrón se tambalee. 

Es perfectamente posible que la relación llegue a ser ese hermoso jarrón a pesar de los desencuentros. Pero en el momento del choque frontal la sensación es otra y por eso escribí esto:


Siempre es la misma sensación
algo que se rompe en añicos desiguales 
como teselas de un mosaico,
y me repites que me amas
como siempre, sin fisuras.

Me cuesta creer que los golpes
no resquebrajan este amor
forjado en la sombra
a golpe de click en el yunque
de la nube.

Quizás salga fortalecido
como dice la canción
lo que no mata  hace más fuerte
este amor inconveniente,
un amor a largo plazo.



lunes, 13 de abril de 2015

TU ROSTRO

Suena el despertador, es hora de levantarse, has pasado mala noche pero tienes que ir a trabajar. En realidad no te gusta tu trabajo, pero te da de comer, a ti y a tu familia. El jefe es de esas personas amargadas y descontentas con la vida que deja patente su amargura en las carnes de sus empleados. Puedes intentar ponerte en su lugar, quizás él tampoco ha pasado buena noche, o tampoco le gusta su trabajo pero tienes que ir al curro y sufrirlo un día más. Sales de casa corriendo como siempre, m... aun no te ha hecho efecto el café, vas a cámara lenta y tienes que ir acelerado para coger el tren. Menos mal llegas a tiempo, el tren suele ser puntual. Ves un asiento libre y te sientas agotado ya. El tren se pone en marcha y observas a tu alrededor. Caras y más caras, todas del mismo color, gris. ¿Tendré yo el mismo color? te preguntas y sabes la respuesta, sabes que lo más probable es que tú también tengas ese color, el maldito color gris.

Con esta reflexión en mente pensé que había que hacer algo al respecto, intentar cambiar eso, buscar la luz al final del túnel y quizás esa luz sea la cara de tu amado o de tu amada. Busquémonos y amémonos.

"Hoy he vuelto a buscar tu rostro,
ese óvalo perfecto entre la multitud de caras grises
y geometrías somnolientas que bostezan 
en el vagón de arrastre de sus vidas anodinas.

Esos rostros estancados en el andén de la amargura, 
en el suspiro de la estación término.

Hoy he vuelto a buscar tu rostro feliz
por los besos que nos dimos,
los que guardas en tus bolsillos
y que tienes enumerados.

Cuenta los besos amor, y verás que te falta uno,
el que yo me llevé, el último beso en la estación.
Ese beso es mío, el que me ayuda a buscar tu rostro,
en otra boca, en otro destino.

Al fin encuentro tu rostro, 
cuando cierro mis ojos al otro lado de la catenaria
rescatando tu beso con sabor a luz,
con sabor a óvalo perfecto."

lunes, 30 de marzo de 2015

ME BUSCARÁS

Está más que demostrado que la estupidez humana no tiene límites, hartos estamos de ver u oír que esto es así. No sé quién es más estúpido si el que expone en una feria de arte su "obra" o el que la compra por un precio astronómico, y naturalmente estoy hablando de esas cosas que a todos nos costaría considerar arte por mucho que se empeñen. Aunque luego venga el entendido de turno y nos deje claro que los ignorantes por considerar que una bolsa de basura es eso una bolsa de basura, somos nosotros. ¿Nos toman por idiotas? 

Pero el ser humano sigue tragando con carros y carretas cuando se le miente a la cara con sonrisa burlona y se le dice que habrá curro para todos y nos ponen la reposición de Curro Jiménez. O cuando se le manipula desde los medios de comunicación de manera descarada. 

La estupidez nos lleva a tropezar una y otra vez con la misma piedra en vez de darle una patada y luego vienen los lloros y lamentos. Por desgracia damos por sentadas demasiadas cosas, esto también es estupidez o necedad. No las valoramos hasta que las perdemos por un revés de la vida, y el amor no es una excepción.

No hace demasiado leí una novela cuya protagonista decía que el amor verdadero se riega cada día. ¿Se acaba la pasión? Yo creo que es posible mantener la pasión y sentir el amor si se quiere, si se lucha, si se riega, si se agita como una botella de champán pero cuando eso no sucede la pasión se apaga y el amor se muere. 

De eso habla el poema de hoy, de lo que pasa cuando uno se ha ido porque el amor no se ha cuidado. Cuando lo buscas ya no está porque en tu estupidez no has sabido valorar y cuidar lo que tienes. Luego piensas "¿y si le hubiera dicho más cuánto le quiero, cuánto le necesito? ¿Y si le hubiera mostrado cuán importante es para mí?" 

Cuida lo que tienes, ese hombre o esa mujer a la que un día elegiste como compañer@ de viaje en tu vida, no seas estúpid@.

"Algún día me buscarás de manera frenética 
por los rincones en los que nos amamos,
detrás de las paredes que escucharon 
nuestras risas azules en mis amaneceres.

Buscarás mis manos recorriendo tu cuerpo
entre las arenas húmedas de la noche
tatuada en el firmamento de mi deseo.

Buscarás mi boca besando tus labios
que yo soñaba con besos largos
como el transiberiano que caprichoso gira
su destino hacia el sur.
Ese sur cálido que te recibía con las alas extendidas,
adentrándote en el túnel cavernoso de Eros.

Algún día me buscarás y no me hallarás
en la celda de castigo que supuso tu desapego,
tu indiferencia salvaje que aprisionaba mi cuerpo
en las costuras del llanto.

Algún día me buscarás 
pero solo encontrarás mi espacio."

martes, 24 de febrero de 2015

TUS MANOS

He oído a muchas mujeres decir que lo primero en lo que se fijan cuando conocen a un hombre, es en sus manos. Lo cierto es que yo nunca he pertenecido a ese grupo de mujeres, quizás lo que más me llamaba la atención fueran los ojos, me gusta mirar a la gente a los ojos, aunque a veces me han reclamado en ese sentido, quizás cuando algo me perturba o estoy teniendo una de esas conversaciones que me llevan a meditar o pensar. 

Pero hoy nos ocupan las manos, si me permitís el juego de palabras. Y es cierto que las manos nos pueden llegar a decir mucho de una persona y pensando en unas manos masculinas, me salieron estos versos. La imagen que acompaña también fue una fuente de inspiración. Unas manos suaves de dedos largos y al tiempo poderosas y fuertes. Manos con alma de escritor capaces de acariciar con sus letras y con sus yemas. En fin que me pongo moñas total, espero que estas tonterías que a veces me salen os gusten, yo disfruto compartiéndolas con todos vosotros.

Deja que te bese amor, déjame saborear tu sonrisa,
esa que siempre tienes guardada para mí.
Pero hoy no solo quiero besar tu boca, hoy quiero besar tus manos
extasiarme con el sabor de tus falanges
que caprichosas examinan mi alma expuesta solo para ti.
Déjame arrastrar el calor de tus dedos por mi cuello
agitando el velo de mi respiración.
Sí amor, agitas mi aire convirtiéndolo en fuego
uno capaz de hacerme arder en combustión espontánea.
Quémate conmigo mientras tus manos bailan al son de mis caderas
a las que te aferras por temor a caerte 
en un giro inesperado del baile de nuestras vidas.

Deja que te bese amor, no solo tu boca sino tus manos.
Siente la calidez de mi aliento en las yemas de tus dedos,
en la palma de tu mano que deseosa en un pizzicato
de mi cuerpo de guitarra, arranca gemidos que empañan los cristales,
los que están orientados al norte
y también los que están orientados al sur de calimas infinitas.
Deja que te bese amor, no solo tu boca, 
deja que bese también tus manos.

jueves, 29 de enero de 2015

DOY LA CARA


No tengo costumbre de escribir en mi blog asuntos de temática social, porque principalmente me centro no solo en mis reseñas, sino en sentimientos que todos en un momento dado hemos conocido.  

Pero en esta ocasión he decidido que lo voy a hacer, porque estoy reivindicativa y porque ¡ya está bien! Sé que con esto no voy a conseguir absolutamente nada, solo quizás despotricar un poco sobre el asunto, la llamada violencia de género. Aunque creo que el término "violencia machista" es mucho más adecuado, y es en el que me voy a concentrar en esta ocasión, porque el machismo y la cobardía es lo que hace que un hombre sea capaz de maltratar e incluso llegar a matar a su compañera, esposa y madre de sus hijos.

Ese asqueroso argumento del que se valen muchos hombres: "si no eres mía no eres de nadie". ¿Acaso es la mujer posesión de nadie, como para disponer de ella a su antojo? La cobardía e inseguridad de algunos hombres es lo que hace que maltrate a su pareja, dominándola y sometiéndola con la falsa sensación de superioridad.

Este año pasado cincuenta y nueve mujeres fueron asesinadas por sus parejas y en lo que vamos de año ya llevamos dos. Eso sin contar todas las que sufren el maltrato físico y/o verbal. Se anima a la mujer a denunciar pero no siempre es fácil. Hay una serie de factores que en ocasiones impiden a la mujer hacerlo como el temor al empeoramiento del abuso, el temor a que parientes y amigos no crean que se es una mujer maltratada ya que el esposo/compañero aparentemente es un ser pacífico. Tal vez estas mujeres aguanten porque quieren que sus hijos crezcan con los dos padres y les preocupe la manutención tanto de ellas como de sus hijos. A otras se las hace creer que la culpa es de ellas, que quizás se merezca la bofetada. Y por otra parte está la vergüenza de admitir el maltrato y vivir con la esperanza de que la situación mejore.

Desde aquí un fuerte abrazo a todas esas mujeres. A vosotras os dedico estas palabras de ánimo y fuerza.

Te golpea con la mirada punzante de un destornillador
acusándote de ligera o de torpe 
según el vino o el humor que ese día se le presentó.
No comprendes sus escarnios en lo público
y en lo privado, atacando tus interiores
arrastrándolos por el fango.

¡Levántate compañera! A por tu vida en el horizonte.
Sal del rincón de tu confinamiento,
daremos la cara sin miedo al enfrentamiento.
Mira valiente hacia delante 
con los ojos verdes de los pastos de la esperanza.
Cruza el puente sin mirar atrás
una mano amiga te ayudará.

domingo, 11 de enero de 2015

UN AÑO PARA EL AMOR O UN AMOR PARA EL AÑO

Estoy que me salgo, ya sé que no suelo colgar entradas tan seguidas pero me he dejado llevar y digo ¡qué narices a escribir que son dos días! Un punto de vista bastante epicúreo pero hoy me lo voy a permitir.

Y comienza un nuevo año, otro más. Y los años pasan a una velocidad de vértigo para algunos, sobretodo para los que ya tenemos cierta edad. A los jóvenes les parecerá que el tiempo va despacio, lento, incluso a veces parece que se arrastra, os puedo asegurar -si es que tengo algún joven lector entre mis asiduos- que esa sensación pasa en cuanto cruzas el umbral de los treinta. El tiempo se precipita como una cuesta de enero en sentido invertido, es pindia ¿verdad? Cuesta subirla pero os aseguro que luego la velocidad que coge  es mareante. Y de repente tus hijos son mayores, y no te necesitan y te hacen abuela y de vez en cuando ejerces como tal y el tiempo pasa deprisa y llegas a los cincuenta y dices, ¡no puede ser, si no me ha dado tiempo a hacer todas las cosas que tenía pendientes! 

Hace poco he tenido esa sensación con una película de animación "Up". Llega la vejez sin haber hecho todo lo que se tenía planeado, todos los sueños que albergamos en nuestros corazones. Los que habéis visto la película sabréis que en el fondo es una maravillosa historia de amor, conmovedora hasta el llanto. Soy así, qué le voy a hacer lo mismo lloro con un bolero que con una película de animación o con una interpretación libre de Romeo y Julieta. Y sí, pensando en el amor andaba cuando me salió todo esto que ahora paso a redactar, porque ¿qué sino el amor mueve el mundo? ¿Qué nos queda si no tenemos amor?
Así que como es un nuevo año, y de nuevos propósitos y tal y tal, yo os deseo que el que no lo tenga ya, que lo encuentre y el que ya lo tiene que lo conserve porque no hay nada más hermoso que el amor y el estar enamorado y si no ya me lo diréis, ah y duele, sí duele, pero es que esto funciona así.

Porque el amor anda agazapado a la vuelta de la esquina, dispuesto a asaltarte dejándote con un atraco en el alma y con las piernas temblorosas.

El amor es eso que espera detrás de una mirada, de una sonrisa, de un guiño inocente de complicidad. Así nos asalta el amor, sin previo aviso y nos roba la voluntad, la cordura, el raciocinio. Y nos quema por dentro con un fuego más fuerte que la muerte que nos deja aturdidos sin resuello intentando encontrar explicación lógica a algo que en realidad no la tiene.

Y sabes que es un amor de verdad, de los que duran porque es alimentado y cuidado y acariciado cada día, cada semana sin descanso, sin medida. Y te preguntas ¿se puede amar más? Y encuentras la respuesta al cabo de los días cuando ves que el amor que sentías, ese desbordante que te ahoga y no te deja respirar, es una mota de polvo en la balanza.

Así es el amor y si no lo sientes así es que nunca has estado enamorado de verdad.

¡Buena suerte y buen amor!