Cuarta novela de esta licenciada en ciencias de la
Información por la Complutense de Madrid y directora adjunta de la revista
Hola.
Los dueños ingleses y aristócratas para más inri, de una
editorial, envían a su hijo a la sucursal de Madrid que les está causando
pérdidas, con el propósito de echar el cierre. El pobre inglesito se encuentra
con cinco mujeres españolas de armas
tomar, que se las ingeniarán para que el niño no cierre la sucursal. Se valdrán
de sus armas de mujer y de la picaresca, auténtica, genuina y muy española. Muy
nuestro todo ello vamos.
El inglesito desaparece, y sus padres, muy ingleses, muy
estirados y muy rancios se presentan en España para dar con su paradero.
Consideran España un país de bárbaros y salvajes que huele a ajo y fritangas,
como la Beckam oye. Probablemente sea eso lo único que no me ha gustado de la
novela, que se menosprecia las costumbres culinarias de nuestro país. Quiero creer
que la autora simplemente se ha metido plenamente
en el papel de los ingleses. Pero los ingleses también tienen lo suyo. Por
ejemplo Atticus, el protagonista, viaja con kilos de Earl Grey Tea, pues cree
que con té todo se arregla.
Novela castiza y puramente made in Spain. Me ha parecido
fresca, de fácil lectura y muy, muy divertida. Me ha recordado una de esas
películas españolas en la que sus personajes son pintorescos y a cada cual más
ocurrente. Te recomiendo esta novela que te hará pasar un buen rato, te reirás
y te olvidarás de tus problemas, que falta nos hace.
Otras novelas de Mamen Sánchez son “Agua del Limonero” y “Juegos
de Damas”.