miércoles, 18 de marzo de 2020

QUÉDATE EN CASA

Cómo no escribir sobre lo que está pasando.

En circunstancias como las que estamos viviendo a nivel mundial salen a relucir mayormente lo mejor del ser humano, la solidaridad, la empatía y el agradecimiento, pero también lo peor, el egoísmo, el pasotismo y la imbecilidad.

Me emociona ver cómo se agradece a los sanitarios que están en primera línea de batalla con aplausos cada día a las ocho de la tarde desde ventanas y balcones de toda España, pero por otra parte me cabrea muchísimo ver que muchos individuos no respetan una cuarentena que es por nuestro propio bien, por el de nuestra familia. Ver a personas caminando, paseando porque consideran que su "derecho" a salir de casa está por encima de una ley que se ha decretado para protegernos.

Hoy por hoy la mejor manera de frenar esto, que no pararlo ya que es imposible, es quedándonos en casa, para ralentizar los contagios y los servicios sanitarios, los hospitales no se colapsen y de este modo salvar más vidas. De lo contrario, que es lo que muchos no parecen entender, habrá que hacer un triaje doloroso en el que se decida quién merece ser sanado y quién queda abandonado a su suerte. ¿Realmente eso es lo que queremos?

Si todos hacemos un pequeño sacrificio, o un gran sacrificio porque estar confinados así supone un sacrificio, lo podremos lograr. Es vergonzante que haya necesidad de sacar al ejército para obligar a la gente a cumplir con la cuarentena.

No seas cenutrio y quédate en casa.