jueves, 31 de diciembre de 2020

UNO MÁS

 

Otro año que se acaba,  el más duro sin duda en lo que va de siglo. Una pandemia que jamás ninguno de nosotros imaginó nos tocaría vivir trastocó toda nuestra vida.  

Observamos estupefactos cómo China construía un gigantesco hospital en un tiempo récord y comenzamos a  intuir que algo muy grave se avecinaba, pero creo que no imaginábamos la magnitud de la amenaza. Nuestras vidas se pararon en seco y siguen sin llevar su marcha habitual. Se nos impone una "nueva normalidad" que no tiene nada de normal. Y la humanidad está muy lejos de salir mejor de situaciones como esta, a las pruebas me remito, el egoísmo de unos cuantos hace que se complique todo para el resto.

Pero no todo ha sido malo, no al menos a nivel personal. Este año me permitió "ordenar" mi vida, poner las cosas en su sitio, ponerme al día con seres queridos y conseguir que todo esté como tiene que estar. También este año he aprendido a hacer amigurumis y a preparar mojitos y a sentirme afortunada.

Habría tanto que decir sobre este año pero no merece mi tiempo, me quedo con lo bueno que me ha pasado que no ha sido poco. Ojalá pudiera pensar como esa gente que cree que entrar en el nuevo año es algo relevante si seguimos sumidos en la misma dinámica por la que el maldito virus nos lleva. Pero por supuesto no podemos perder la esperanza, seguro que vendrán tiempos mejores y volveremos a vernos, volveremos a abrazarnos. Mientras tanto mantengamos la calma y mostremos confianza.