El comienzo de la novela no puede ser más intrigante, una mujer influyente aparece muerta en el camarote de una goleta. Todo apunta a que no ha sido una muerte por causas naturales. Los invitados en la goleta además de la tripulación parecen tener motivos para deshacerse de esta déspota y poderosa mujer. Sin embargo la puerta del camarote está cerrada por dentro y no hay signos de violencia aparente. Este es el típico caso de habitación cerrada que nos recuerda a más de una de las novelas de Agatha Christie.
Aquí no tenemos a un sagaz Poirot o una perspicaz Miss Marple, pero sí una intrépida Valentina Redondo, inspectora de la Guardia Civil que además de luchar contra sus propios tormentos irá hasta el fondo del asunto para lograr averiguar qué sucedió realmente. Para mi sorpresa todo acontece en un entorno sumamente familiar para mí, Santander, mi tierra, con lo cual me resulta especialmente atractivo ya que conozco perfectamente cada uno de los enclaves en los que se van desarrollando los acontecimientos.
He sabido que Valentina Redondo protagoniza otras novelas de la autora María Oruña que aunque nacida en Galicia pasaba temporadas en Cantabria donde ha decidido ambientar más de uno de sus relatos.
Aunque el libro es de aproximadamente unas quinientas páginas su lectura ágil y amena hace que te leas el libro sin darte apenas cuenta.
Si lo tuyo es la novela negra y policíaca este libro es para ti. Muy recomendable.
