Últimamente estoy leyendo bastante, por fin he retomado esa sana costumbre que tenía dada un poco de lado. En pocos días me he leído este libro de Isabel Allende al que tenía ganas, Largo pétalo de mar.
Una vez más, gracias a la novela histórica, he aprendido sobre nuestro pasado más reciente, cuando muchos españoles emigraron a Francia, donde no se les trató especialmente bien por cierto ya que fueron enviados a campos de concentración, o a Chile en un barco, el Winnipeg del que se hizo cargo el poeta chileno Pablo Neruda, ayudando así a miles de españoles a huir de la represión franquista.
Familias catalanas y vascas, (no entro a valorar la casualidad), son unidas por el amor y el infortunio de la persecución y la guerra. Esta es la trama de esta novela que te hace pensar en los muchos motivos por los que algunas personas salen de su tierra natal y en muchas ocasiones no son otros que huir de una guerra que como todas las guerras deja muerte, hambre y destrucción a su paso.
Vivo en Canarias desde hace unos pocos años, estamos teniendo una época intensa de llegada de pateras, todos buscan un lugar mejor, huyen de la guerra, la opresión y la miseria y lo mismo que se ayudó a los españoles en su momento, hay que ayudar a los que ahora buscan solución y no dejarles que se ahoguen en el mar como sugieren algunos bárbaros.
No pasará a ser de mis novelas favoritas pero Isabel Allende no me defrauda nunca.
