Creo recordar que en casa de mi abuela había una máquina de coser como la que se describe en nuestra novela. Pero no era una Singer sino una Alfa.
Crecí entre telas e hilvanes. Mi madre era costurera y el traqueteo de la máquina de coser fue la música de fondo de mi infancia. Quizás por eso tenía tantas ganas de leer una novela como esta, donde las mujeres se unen como las puntadas de una costura.
Cuatro generaciones de mujeres son nuestras protagonistas. Cuatro generaciones de una misma familia ligadas a una máquina de coser que guarda un oscuro secreto.
Aurora se ve obligada a trabajar en la mina cuando su padre sufre un accidente que le incapacita para trabajar. Un matrimonio sin amor y una máquina de coser como regalo de bodas harán que Aurora haga todo lo posible por cambiar su destino. Hasta que un grave incidente convierte a la máquina de coser en la única prueba de una amenaza que le perseguirá durante el resto de su vida.
Esta es a grosso modo la sinopsis de la novela. La historia comienza en 1938, en plena guerra civil con las penurias de los trabajadores de la cuenca minera asturiana. La posguerra que resultó ser peor que la propia guerra y el hambre que pasaron nuestros abuelos y bisabuelos. Sus vivencias sin duda forjaron su carácter y personalidad y se puede más o menos, como es el caso de las mujeres de la novela, entender por qué son como son. Seguramente, como nuestras protagonistas, desconocemos muchas de las vivencias de nuestros padres y de nuestros abuelos. Muchos niños tienen una relación especial con sus abuelos y este es el caso de Aurora que con sus casi 100 años tiene una hermosa conexión con su bisnieta Alba.
A través de la novela percibes el abuso al que fueron sometidas las mujeres por el hecho de ser mujer, como si eso en realidad fuera una terrible desgracia en una sociedad machista como fue la española durante el régimen. Mucho han cambiado las cosas, ciertamente, pero ni de lejos está la mujer de recibir todo el respeto que merece por parte de la sociedad. Se sigue luchando por una igualdad que parece que nunca va a llegar.
A pesar de sus más de 500 páginas, me atrapó desde el primer momento y la he disfrutado mucho. Nada conocía de esta autora, Ana Lena Rivera. Ganadora del Premio Torrente Ballester de Novela en 2019 por su primera novela, Lo que callan los muertos.
