También hay una parte de desidia, tengo reseñas de libros pendientes de publicar, al fin y al cabo con ese propósito creé el blog.
Escribir lo percibo como una cura para el alma y el espíritu plasmando sentimientos como si de un diario se tratase. Bien es cierto que me gustaría tener la fluidez de los grandes a los que las palabras se les escapan mientras se preparan una taza de té, aunque el gran Bukowski decía que si la creatividad no te abordaba había que esperar y si no pasa nada, esperar un poco más. En esa etapa estoy ahora mismo, muy lejos de aquellos días en los que las ideas me asaltaban y tenía que ir con una pequeña libretita en la que anotaba, como reza el encabezamiento del blog, todo lo que mi mente inquieta me dictaba. Y esta vez me dictó:
Frida Kahlo ya lo decía,
que mereces un amor
que te traiga la ilusión,
el café y la poesía.
Yo te traigo la ilusión
la que me inunda cuando te veo
y comparto contigo
en un barco de emoción.
Yo te traigo el café
sin azúcar y bien negro
que despeja tu corazón
de un silencio que guardé.
También te traigo la poesía
la que invade mi soledad
y arrincona los temores
de los que Frida también huía.