Hallé un nuevo placer
ni físico ni virtual.
Es un placer emocional
que a mi mente subyuga
con una fuerza inusitada
que desconocía tener.
Porque querer es poder
y poder se conjuga
en una historia selecta
pretérita imperfecta.
Puedo inventar mis historias
con olvidadas memorias
y recrear un final
que tal vez no sea real,
pero a mi alma enriquece
y aparece esplendoroso
ese numen generoso.
Me transporta en su palma
y percibo al partir
el placer de escribir.
