lunes, 30 de marzo de 2015

ME BUSCARÁS

Está más que demostrado que la estupidez humana no tiene límites, hartos estamos de ver u oír que esto es así. No sé quién es más estúpido si el que expone en una feria de arte su "obra" o el que la compra por un precio astronómico, y naturalmente estoy hablando de esas cosas que a todos nos costaría considerar arte por mucho que se empeñen. Aunque luego venga el entendido de turno y nos deje claro que los ignorantes por considerar que una bolsa de basura es eso una bolsa de basura, somos nosotros. ¿Nos toman por idiotas? 

Pero el ser humano sigue tragando con carros y carretas cuando se le miente a la cara con sonrisa burlona y se le dice que habrá curro para todos y nos ponen la reposición de Curro Jiménez. O cuando se le manipula desde los medios de comunicación de manera descarada. 

La estupidez nos lleva a tropezar una y otra vez con la misma piedra en vez de darle una patada y luego vienen los lloros y lamentos. Por desgracia damos por sentadas demasiadas cosas, esto también es estupidez o necedad. No las valoramos hasta que las perdemos por un revés de la vida, y el amor no es una excepción.

No hace demasiado leí una novela cuya protagonista decía que el amor verdadero se riega cada día. ¿Se acaba la pasión? Yo creo que es posible mantener la pasión y sentir el amor si se quiere, si se lucha, si se riega, si se agita como una botella de champán pero cuando eso no sucede la pasión se apaga y el amor se muere. 

De eso habla el poema de hoy, de lo que pasa cuando uno se ha ido porque el amor no se ha cuidado. Cuando lo buscas ya no está porque en tu estupidez no has sabido valorar y cuidar lo que tienes. Luego piensas "¿y si le hubiera dicho más cuánto le quiero, cuánto le necesito? ¿Y si le hubiera mostrado cuán importante es para mí?" 

Cuida lo que tienes, ese hombre o esa mujer a la que un día elegiste como compañer@ de viaje en tu vida, no seas estúpid@.

"Algún día me buscarás de manera frenética 
por los rincones en los que nos amamos,
detrás de las paredes que escucharon 
nuestras risas azules en mis amaneceres.

Buscarás mis manos recorriendo tu cuerpo
entre las arenas húmedas de la noche
tatuada en el firmamento de mi deseo.

Buscarás mi boca besando tus labios
que yo soñaba con besos largos
como el transiberiano que caprichoso gira
su destino hacia el sur.
Ese sur cálido que te recibía con las alas extendidas,
adentrándote en el túnel cavernoso de Eros.

Algún día me buscarás y no me hallarás
en la celda de castigo que supuso tu desapego,
tu indiferencia salvaje que aprisionaba mi cuerpo
en las costuras del llanto.

Algún día me buscarás 
pero solo encontrarás mi espacio."

2 comentarios:

  1. Pues amiga mía, me ha gustado, y mucho es poco. Decirte primero que el gran Carlos Chaouen (él también habló de "la caverna de carne") ya dijo: " el amor son tres flores que se riegan a diario". Me gustó especialmente "las costuras del llanto" y "las risas azules de mis amaneceres" (también me suena muy a Chaouen)

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    1. Muchísimas gracias Oscar por tu comentario. No he leído nada del autor que mencionas pero estoy segura que sería de mi agrado. Es siempre un honor recibir tus palabras de aprecio de esta principiante que se lanza a tumba abierta. Un beso.

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