La FQ es una enfermedad congénita degenerativa que hoy por hoy no tiene cura aunque la medicina ha avanzado tanto que pueden llegar a tener cierta calidad de vida. No obstante al final solo queda el trasplante de pulmón.
Esta enfermedad no me es totalmente ajena, el hijo de mis mejores amigos padece esta dolencia y mientras leía la novela vi a mi querido Dan reflejado en el rebelde protagonista de la historia Will, que se resiste a seguir los tratamientos médicos que le ayudarían a sobrellevar la enfermedad. Pero Will conoce a Stella en el hospital, una chica que padece su misma enfermedad que es todo lo contrario a él, meticulosa hasta la extenuación no se salta ni un paso de sus ejercicios de fisioterapia ni se salta una sola pastilla. Y el amor llega inexorablemente por desgracia para ellos, ya que dadas sus circunstancias sólo pueden vivir su amor a dos metros de distancia.
Para Dan hacer los diferentes ejercicios de fisioterapia eran tan sumamente tediosos que entre todos le recordábamos la importancia de hacerlos y no saltarse ninguna medicación. Hoy ya me recuerda a la joven protagonista de la novela, a Stella, responsable y escrupuloso en sus tratamientos. Felizmente casado vive con el incondicional apoyo de su esposa y por supuesto sus padres y hermano a la espera de un mundo mejor y libre de enfermedad.
A dos metros de ti
es una eternidad
que recorto en suspiros
a un paso del abismo.
A dos metros de ti
es la distancia
que me niego a aceptar
y recorto en un taco de billar.
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