miércoles, 24 de mayo de 2023

EL REY DEL PERÚ

 

Me encanta la novela histórica. Aunque efectivamente sea ficción el contexto es histórico y no dejo de aprender. Y así ha sido también con esta novela.

Juan Pedro Cosano nos narra la historia bastante desconocida de Gonzalo Pizarro, el menor de los cuatro hermanos  Pizarro. Su hermano mayor Francisco los recluta a él y a sus otros hermanos para la conquista del Perú.

Estos conquistadores llegaron a Perú en la primera mitad del siglo XVI con la idea de colonizar y expandir el cristianismo. Gonzalo es un guerrero valiente, apuesto y muy ambicioso que se llegó a sublevar contra la Corona. En su ambición se embarcó en la tarea de encontrar El Dorado. El propio Inca Garcilaso de la Vega lo describe como "la mejor lanza que ha pasado al Nuevo Mundo".  Una historia llena de aventuras, sangre, guerra, mestizaje y cómo no de amor.

El autor nos narra de manera magistral las tradiciones, los dioses, los palacios del mundo indígena, la civilización inca. Lo hace a través de una noble inca, que por cierto es uno de los pocos personajes de ficción si no el único, Nayaraq. Se enamora perdidamente de Gonzalo y sufrirá en sus carnes el derrumbe de su civilización -que ya estaba herida de muerte por luchas y guerras intestinas- con la llegada de los barbados en sus casas flotantes.

He aprendido que a pesar de la conquista y las tropelías que se cometieron, estas civilizaciones tampoco eran hermanitas de la caridad. Ciertamente los incas eran menos crueles que los aztecas, sin embargo en sus guerras fraticidas mataban quemando, a mazazos, abriendo en canal o empalando. Los caciques esclavizaban a sus compatriotas. Enterraban vivas a las esposas, concubinas, hermanas y criadas del jefe inca fallecido. Sacrificaban a miles de niños a su dios Inti. Todas estas cosas fueron erradicadas con la llegada de los españoles. A cambio se les llevó la cultura europea, adelantos científicos y técnicos, el trigo, la vid, el olivo, la escritura... Y al contrario que muchos otros países hicieron en América (como los ingleses o los franceses, que se limitaron a exterminar a los pueblos indígenas), nos mezclamos con los nativos dando lugar al mestizaje, a una nueva raza, a una nueva cultura, a un nuevo mundo. A pesar de todo esto a los españoles se les sigue exigiendo que pidan perdón.

Cuando estuve en Perú conocí a gente que de guasa me decía que los españoles se llevaron su oro.  "Es verdad pero yo no lo tengo", les decía yo,  y con esta respuesta nos reíamos todos. Perú sigue siendo un país con oro y mucha plata. Un hombre muy sabio me dijo: "Perú es un hombre pobre sentado en un banco de oro". 

Por suerte la inmensa mayoría son gente maravillosa a las que solo les importa el futuro, dejándo atrás un pasado muy añejo ya. 

Una historia fascinante y absolutamente deliciosa.

A mi príncipe y a mis dos princesas incas.

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