viernes, 28 de marzo de 2014

SEDUCCIÓN MÉTRICA

Esta es una de esas historias de sentimientos desbocados, agraviados y adoloridos. De sentimientos de ruptura dolorosa e incomprensible que hace que o bien te hundas en el hoyo más profundo o te hagas más fuerte.

Pero esta historia nos transmite que a pesar del dolor es posible continuar, de hecho, se debe continuar. Espero que os guste.

"Pensaste que me hundiría en el abismo más profundo, en el averno de opiniones encontradas. No te equivoques, sigo siendo la mujer fuerte que una vez te sedujo sin mirarte, sin hablarte y sin verte. No calculaste bien el juego de la seducción de la cinta métrica alrededor de mi cintura.

En una cita virtual, recorrimos juntos los rincones más ocultos de nuestras almas, desnudándonos sin pudores con la luz apagada, como si fuera la primera vez. Sin vernos las caras, observamos con atención los detalles más pequeños como las pinceladas del maestro pintor. Desde la distancia apreciamos nuestra obra, porque es nuestra, es tuya y es mía.

Demasiado tarde, demasiado lejos, demasiados retazos sin concluir. Algo no iba bien, era un juego peligroso del que resultaba imposible salir indemne. En tu osadía distante, rompiste nuestro contrato no verbal, no escrito, nuestro acuerdo inconsciente, provocando un daño colateral imposible de reparar. La metralla de tus palabras y tus actos, se clavaron con saña en mi corazón.

Arruinamos nuestro cuadro estampando reproches en su lienzo, manchas oscuras como los disparos directos al corazón en una guerra dialéctica y ecléctica. Una conjunción de códigos no cifrados que trastornaron nuestro raciocinio.

Resultó ser una batalla de seducción pintada en nuestras vidas, con manchas indelebles, sin vencedores y con-vencidos de que ambos salimos perdiendo. Pero yo no caeré en el abismo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario